Carlos Mazón se ha instalado en el cuerpo a cuerpo con Pedro Sánchez. Lo ha hecho a propósito de los presupuestos. De su aprobación, que, ... claramente, han descolocado a la oposición. Y que, si Vox tiene la generosidad de no instrumentalizarlos anteponiendo sus postulados al desarrollo de los mismos, puede acabar transmitiendo un mensaje ansiado: que, en nombre de la reconstrucción, se puede ir de la mano. Algo que hubiese sido lógico desde el primer momento. Que todos, más allá de discrepancias ideológicas y de las peticiones de responsabilidades políticas y judiciales que deben llegar, trabajaran por devolver la normalidad a las zonas afectadas por la dana. Al contrario, la realidad ha sido empobrecedora. El insulto, el grito, el esperpento... la agresividad, en general, copan el ámbito político haciendo que la prioridad, que es devolver a las víctimas su dignidad, sea algo secundario para ellos. Por favor, no deje que sus hijos, sin son menores, vean una sesión de control de Les Corts. O mejor, no la vea usted tampoco. Para llorar. De un sorbo y sin azucarillo.
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