Es evidente que la figura de Gan Pampols comienza a molestar fuera y dentro del Consell. Es así porque, gestionar sin entrar en el politiqueo continuo, es imposible. Cosa de ingenuos. Que Vox atice con saña al vicepresidente, entra en la ojiplática lógica de los ... de Abascal. Que en el Consell se incomoden con muchas de sus declaraciones; también se entiende porque acaba diciendo verdades sin filtros sobre cuestiones que muchos preferirían que quedarán en la maraña. Y que el PSPV y Compromís se froten las manos con él, porque es firme en sus convencimientos, también es normal. Les facilita lo único con lo que están: atacar a los de Mazón por dónde sea. Dicho esto, lo que entre todos están haciendo es sembrar la decepción y mostrar una insensibilidad atroz. Ninguno de ellos piensa en lo importante: que Gan Pampols ejerza con medios, destreza y rapidez la misión encomendada. No para gloria suya, sino para que salgan del túnel miles de damnificados por la dana. Otra cosa es que no tire la toalla antes. De un sorbo y sin azucarillo.

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