Días como los de ayer vuelven a hacernos estremecer a los valencianos. Son muchos los episodios trágicos que ha propiciado el clima en nuestro pasado: ... historias encadenadas con incalculables daños materiales y con múltiples vidas destrozadas de las que, con el tiempo, nadie se acuerda. Las imágenes de Utiel inundado, el caos en Chiva, la angustia por un desaparecido, los rescates contrarreloj en l'Alcúdia... nos recuerdan que la devastación que traen consigo los temporales suele ser una lotería y no tiene piedad. Situaciones fatídicas que, como observamos en los históricos, cada vez se repiten con más frecuencia e intensidad. De ello, debemos sacar conclusiones: una, que debe ser una prioridad dotarnos de medios que nos permitan actuar ante estas emergencias; dos, que es una urgencia reactivar las obras pendientes antirriadas, y tres, que debe ser indiscutible la colaboración sin fisuras de todas las administraciones ante estas situaciones extremas -como pasó ayer con la UME-. De un sorbo y sin azucarillo.
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