La dana ha destrozado 250 kilómetros de la costa valenciana. Desperfectos que, como suele ser la tónica habitual en la gestión de la catástrofe, también ... han sido motivo de enfrentamiento entre las administraciones por ver quién y cuándo afrontaba el problema. En este caso, los ayuntamientos reprochan al Ministerio de Transición Ecológica la falta de diligencia y el mismo, en boca de la delegada del Gobierno, invitaba a los municipios a que adelantaran la adecuación y que pasaran la factura. Al margen de estos lamentables reproches, lo único evidente es que, unos y otros deben tener claro que en tres meses comienza la temporada turística y que ella es vital para nuestra región. Tanto que sería vergonzoso llegar a Semana Santa con las playas por limpiar. Lamentable y letal para nuestra economía. Eso, sin olvidar que alguien debería explicar si es normal que los barrancos arrastraran tal nivel de vegetación. O si, una vez más, estaban por limpiar. Eso también merece explicaciones. De un sorbo y sin azucarillo.
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