Antes de interpretar el himno regional, el cantante Francisco se santiguó. Quizá porque sabía que era una gran responsabilidad, en un día tan señalado y ... en un escenario tan emblemático, tener que dar voz a la emotiva letra de Maximiliano Thous. Resultó ser un momento absolutamente efervescente para el sentimiento valencianista. El colofón a la entrega de condecoraciones a personalidades e instituciones que representan lo mejor de la Comunitat y a un discurso en el que Carlos Mazón cogió, para ya no soltarla, la bandera del fervor patrio y de la reivindicación sin complejos. Eso sí, siempre dentro de España. «El nostre autogovern no és lletra morta». Escuchar al presidente decirlo y escuchar, previamente, a muchos ilustres estos días reivindicando nuestra tierra desde un punto de vista positivo y sin victimismo ha sido un subidón absolutamente bienvenido. Eso sí, que tanta 'germanor', no quede ya hoy en el olvido. Apliquémonos. De un sorbo y sin azucarillo.
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