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Diario de un paseante

Taxista a la Malvarrosa

Jorge Alacid

Valencia

Miércoles, 9 de abril 2025, 23:43

El taxista conduce por el Bulevar como Ryan Gosling en 'Drive' ,con la salvedad de que (al menos, que yo sepa) nosotros no vamos a ... perpetrar ningún atraco. Cuando por fin me apea ante Bodegas Vinival, le hace gracia mi semblante aconjogado: se encoge de hombros con su sonrisa de jugón y acelera en dirección hacia La Casa de la Mar para lucirse derrapando ante las adolescentes que hacen fila ante la puerta. Luego seguiré yo ese mismo trazado, pero en mi propio coche, el de san Fernando, porque me intriga ese espacio fronterizo. La huerta deja de serlo pero aún resiste, la versión californiana de la Patacona no acaba de prosperar y unos breves metros más allá Valencia vuelve a ser la que fue. Triunfa la raíz marinera de una ciudad donde la vida se hace en la calle, el vecindario comparte cuitas de hondo calado («Yo llevaba un peinado ochentero, de esos a capas», confiesa una mujer a otro parroquiano del bar de la esquina, mi querida institución), los comercios de siempre sobreviven como pueden (ah, esa bodeguilla de la avenida de la Malvarrosa) y el latido caótico que nos distingue se hace carne ante mis ojos y mis zancadas. Un urbanismo atroz, carente de amor desde hace alguna glaciación para quienes habitan este embarullado barrio, invitaría a alejarse de estas calles cuanto antes si hiciéramos caso a la cabeza, pero mis paseos tienen cosas que la razón no entiende, como cantaba el bolero. Atiendo a mi corazón y prosigo la caminata. Llego al final de la avenida, busco el mar sin encontrarlo (cortesía municipal: ordenar este espacio con un suplemento de gracia queda siempre para la siguiente corporación) y resuelvo mis cavilaciones pensando por supuesto en Manuel Vicent, que sostiene que Dios está presente en cada paella. Yo no llego a tanto. Me conformo con revivir la espiritualidad antigua que palpita en el caldero de arroz recién saboreado. Y adherido al paladar y a mi frágil sentimentalidad, me llevo de la Malvarrosa un concentrado de memoria. Aquella Valencia.

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