Borrar
Urgente Los jueces de violencia de Valencia auguran un colapso al tener que asumir las causas de agresiones sexuales
IVAN ARLANDIS
Alegrías y silencios

Alegrías y silencios

Puig llegó a pensar que con la líder de la coalición en fuera de juego, el PSPV se llevaría el 28-M parte del voto de los nacionalistas. Un error garrafal, que pagó en las urnas

JC. Ferriol Moya

Valencia

Domingo, 7 de abril 2024, 00:07

Leo la lista de dirigentes políticos de la izquierda valenciana que se ha alegrado del archivo de la causa contra Mónica Oltra y me da por pensar en la otra lista, la de quienes, también desde la izquierda, no han dicho ni una palabra tras ... constatarse que no existía ni el menor indicio de que se hubiera cometido un delito. Pienso en compañeros y compañeras del Consell, algunos de los cuáles mantuvieron y no ocultaron su tirantez con la entonces líder de Compromís. Y recuerdo perfectamente cómo desde el Palau de la Generalitat se presionó todo lo que se pudo y más para forzar a la dirigente de Iniciativa a arrojar la toalla. El sexto presidente de la Generalitat -como gusta a Ximo Puig que le conozcan- fue de los que no escatimó esfuerzos en ese objetivo, convencido como estaba de que la desaparición de Oltra de la escena traspasaría buena parte del voto de la formación nacionalista al propio PSPV. Convencido estaba Puig, y probablemente su clac, de que esa era la forma de alcanzar un tercer Botánico. Y los hechos demuestran hasta qué punto estaban equivocados. Laminar a Oltra suponía, por encima de todo, decepcionar a buena parte del votante de Compromís, que la tenía a ella y al alcalde Joan Ribó en las referencias electorales más evidentes. Pensar que el voto de Compromís se iría al PSPV con el mero argumento de azuzar el fantasma de Vox resultó catastrófico, casi tanto como esa campaña de 'El President' con la que Puig trató de demostrar que él estaba por encima de todos los demás. También de Compromís. Oltra ha representado, y quizá aún lo sea, el más claro ejemplo de tirón electoral en clave personal. Los resultados del 28-M se encargaron de demostrarlo. No era Compromís, era Oltra.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Alegrías y silencios