Mensajes para después de una guerra

¿Se puede dar imagen de una sociedad moderna con unos insufribles horarios de FGV de un tren cada 40 minutos o duraciones de viaje del tiempo de las diligencias?

JUAN LUIS LLOP

Viernes, 24 de enero 2025, 23:41

Hay épocas que se recuerdan por las 'gestas', y ésta no iba a ser distinta. Desde luego nada gloriosa. A la actual, conocida como dana, ... le subyace lo que muchos conocimos como batalla. 'La batalla contra el barro'. Y además, a mismos hechos consecuencias mayores, de ahí lo de guerra. La Valencia de 1958 nada tuvo que ver con la urbe otoñal del año anterior. Cambios impuestos a fuerza de golpes que la madre Naturaleza propina. La que igualmente, nos desvela fallos ancestrales que sufrimos en este siglo XXI, y que hoy deben hacernos reaccionar.

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En cuanto al transporte público ferroviario, muchos se exasperan por la falta de respuesta a un acceso en condiciones a Paiporta, Picanya y Torrent, cuando se van a superar los tres meses del desastre. Y con razón. Poblaciones importantísimas que deberían figurar ya como otras tantas, servidas por Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana. Y no sólo debido a la riada que afectó al Puesto de Mando, mal ubicado, inaugurado en el verano de 1995, inexplicablemente instalado en planta baja y zona inundable en la partida Chirivelleta, junto al nuevo cauce del Turia. Es por la falta de previsión de su importancia estratégica por parte de gobiernos anteriores, que tampoco pensaron en equipos replicados en una sala inerte y blindada. ¿No sería más prudente contar con un centro de control alternativo y en alto, conectado a base de fibra óptica tanto con el taller de Machado (Línea 3) como con la subsede del Postiguet en Alicante? Esta sencilla prevención que no data de ayer precisamente, forma parte habitual del acto de dar paso al tren, que protagoniza a diario el agente de FEVE en el ferrocarril de Cartagena. Ordenador que se maneja desde Santander. Ahí lo dejo.

Por otra parte, en la reposición del servicio se observa una abismal carencia de coordinación entre las dos sedes de una misma empresa pública de nuestra Generalitat, dado que con mayor prontitud se habría iniciado la reparación de vía empleando los trenes de trabajo de la casa. Se dispone de locomotoras procedentes del anterior tren Limón Exprés que permanecen inactivas, pero se alquilan otras de características similares a empresas particulares sin saber a quién beneficia ésto. De haberse tratado con lógica, se habrían transportado del mismo modo trenes a la parte aislada de Línea 1 que cuenta con itinerario expedito. Y así suplantarse el desplazamiento de miles de viajeros, más abajo del barranco del Poyo, con el préstamo de la media docena de automotores diésel alicantinos modelo 2500, que serán achatarrados o enajenados en los próximos días. ¿No pueden conservarse como medida de emergencia?

No se cumplen las dobles vías prometidas ni la llegada de la línea 10 a la plaza de toros

Sin el imprescindible sosiego técnico de una planificación que es de esperar no tarde, será difícil salir de ésta. Es buen momento como reitero, para abordar la cada vez menor velocidad generalizada de nuestra red secundaria, el no cumplimiento de las dobles vías prometidas, la no llegada de la línea 10 a la plaza de toros, la falta de eliminación de pasos a nivel o incluso la baja competitividad que ya roza lo grotesco. Ahora bien, en la parte alicantina que desplaza la quinta parte del pasaje anual total, se experimenta el tren-tram, el tranvía, el híbrido, el diésel y hasta se duplican puentes antes reforzados como si no hubiera un mañana. Por estos lares en cambio, ni se dota de los trenes necesarios (se acaban de desguazar 18 trenes de forma inexplicable mientras el Metro Madrid circula con convoyes de 1987), ni se ha invertido en puentes. A las pruebas me remito. Deducción: no puede gestionarse una alternativa de desplazamiento masivo como es el ferrocarril suburbano, como si de una empresa de autobús urbano se tratara.

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Y con ello, promesas largamente 'vendidas', como aumentar frecuencias a la Canyada, Bétera o Rafelbunyol quedan postradas sine die. Falta de coherencia y peor futuro para una red autonómica que sigue anclada en el pasado. ¿Se puede dar imagen de una sociedad moderna con unos insufribles horarios de un tren cada 40 minutos o duraciones de viaje del tiempo de las diligencias? ¿Qué sentido tiene malvender trenes en perfecto uso y contar con autovías colapsadas en paralelo?

Debería ser momento de avanzar. Sobretodo de cuidar lo público, que parece no importar actualmente a nadie, cuando se prima la externalización de servicios y las escaleras mecánicas fallan un día sí y otro también.

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