El conseller Mínguez se sube al tren electoral

«Esta importante y necesaria actuación en las infraestructuras sanitarias del departamento Doctor Peset supone una inversión de más de 6,1 millones de euros de la que se podrán beneficiar 285.000 personas y se ha diseñado atendiendo a las necesidades de pacientes y profesionales», explicó ayer Mínguez. La superficie dedicada a las urgencias generales se incrementará un 21 % alcanzando casi 2.000 metros cuadrados.

No fue el del Peset el único acto del día. Antes, Mínguez tuvo -como se suele llamar en lenguaje popular- bolo en el Centro de Transfusiones. Incluso, después. Por la tarde, la agenda le condujo hasta el Hospital General. Un no parar que no hizo más que confirmar el aterrizaje del conseller, desde hace unas semanas, en la maratoniana carrera de presentaciones y anuncios. Mínguez, de bajo perfil político y uno de los miembros del Consell menos visible a lo largo de la legislatura, ha abandonado la zona de las sombras para pasar al escenario de la luz.

No se ha limitado a los actos protocolarios propios del cargo institucional que ostenta. También ha saltado a la arena de las intervenciones de partido. Quien hasta ahora nunca había aparecido en un cartel de mitin, se estrenó en estas lides para el PSOE el pasado domingo 26 de marzo, el mismo día que la popular Isabel Díaz Ayuso visitó Valencia para su acto preelectoral en el viejo cauce del Turia.

La Conselleria de Sanidad, con Mínguez como cabeza visible de los actos, ha aportado bastante a esa Valencia electoral que ha colgado el cartel de una promesa cada tres días: futuros hospitales, ampliaciones, bosques, maquetas e incluso proyectos ya anunciados que se vuelven a presentar y que hoy dibujan el panorama de la gestión pública.

Basta consultar la agenda del titular del departamento autonómico para confirmar que sólo en unos días en su ámbito de influencia se han anunciado -con antelación suficiente- iniciativas como la que apunta en la dirección de abrir las nuevas consultas externas del área del Hospital Clínico en 2024 y las estancias de hospitalización en 2025 (anuncio del 30 de marzo). Días antes, el 23 de marzo, el conseller acompañado del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció también la construcción de un nuevo Hospital Arnau de Vilanova en Paterna. El 28 de marzo volvió a las páginas de actualidad al visitar la nueva sede del Servicio de Emergencias del Complejo Sanitario 'Campanar Ernest Lluch', centro del que los gobiernos socialistas se han servido en distintas ocasiones para sacar pecho de su gestión. Un día antes el titular del departamento, con casco y chaleco reflectante, había visitado las obras de la primera fase del futuro Hospital Militar-Manuela Solís Clarás, centro sanitario que se ha convertido en otra baza del PSOE.

Mínguez, un conseller de bajo perfil político, que llegó al despacho de Amadeo de Saboya como apuesta por la figura de quien podría considerarse un tecnócrata, a medida que se han ido acercando las elecciones ha iniciado el camino hacia la popularidad, que bien podría ser la propia o la que de la mano de sus anuncios puede servir para todo un equipo, máxime cuando su cartera es una de las más manidas por los socialistas como bandera de su política. Así ha sido a lo largo del tiempo y con independencia de las circunstancias que hayan rodeado a la gestión sanitaria.

Y esta es la senda por la que transita un conseller que desde hace unas semanas enarbola la bandera de promesas y hasta de alguna conquista en un territorio que por otra parte no es ajeno al asedio del malestar que ha cuajado en sonada protesta. Los médicos, convocados por el sindicato CESM al que se ha sumado SIMAP, celebraron una huelga el primer lunes de marzo. La incapacidad de Miguel Mínguez para lograr el acuerdo con la formación sindical desencadenó la primera huelga de médicos celebrada en los últimos años en la Comunitat.

La situación se repetirá. El paro tendrá su réplica este próximo lunes 3 de abril. La segunda jornada de huelga ya no tiene vuelta atrás, pues el comité de huelga no se reunirá hasta el martes 4 de abril. Y si no hay acuerdo, volverá a replicarse -muy cerca de las elecciones- el primer lunes de mayo, el día 8. Este escenario no parece el más cómodo para una conselleria que, además, tiene que responder a una presión asistencial que en momentos de picos de actividad llega a colapsar los centros de salud y las unidades de Urgencias. En el Hospital General algunos pacientes esperaron hasta cinco días para tener habitación. El lunes, acaba el tiempo en el que pueden anunciarse proyectos y promesas. ¿El conseller abandonará la escena o le esperan otras tablas?