Urgente El Euromillones de hoy viernes deja un nuevo millonario en España y dos premios de 146.483,25 euros

Alo mejor nunca perdió la cabeza. A lo mejor es una de las criaturas que han nacido para ser buenas porque no tienen ocasiones para ser malas, o las rechazan rápidamente. Habrá que darle la enhorabuena, ¿Envidiarle? Sinceramente, no.

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Hay quien pierde la cabeza totalmente, ... como si se desprendiese del cuerpo y saltara como una pelota de goma. También puede ser el hombre que se encuentra entre la divergencia del deber y el placer, hasta que recapacita, la voluntad entras en juego y comienza a buscar la cabeza. Si no la halla, el asunto se agrava. En tales casos se tiene que recurrir a la ayuda de los incondicionales amigos, porque los anuncios en la prensa no dan resultado. Que se pierda un perro caniche, una pulsera de oro o un billetero es normal, pero que se pierda una cabeza -que es frecuentísimo- sorprende al leerlo. ¿Qué te pasó? Preguntan los amigos.

-Ayudadme -responde- por fin, perdí la cabeza; vuestros consejos no sirvieron para nada.

Mientras anduvo sin cabeza, analizó la vida bajo otro prisma. Se quedaron bambando todos los principios que le imbuyeron desde que era niño y el hombre se sintió feliz.

Claro que como la dicha no es para esta tierra, siempre alguien le preguntó:

-¿Y tu conciencia? Vas a ser un desgraciado. Recapacita. Piensa.

Perdió la risa, la alegría sin motivos justificados y la paz. Total que le ofrecieron la cabeza junto a un volumen de buenas costumbres. También palmaditas en la espalda para darle ánimos.

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Al final, cogió la cabeza y trató de ajustarla. «El ensamblaje no queda bien», se excusó.

-Con el tiempo -le comentó su gran amigo- se irá acoplando.

-¿No volveré a perderla?

-Sinceramente y por experiencia, creemos que sí.

-Y el hombre buscó miradas: si la encontraís, tardad en devolvérmela.

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