Algún hombre se preguntará obsesivamente por quÉ vale la pena vivir; y otro hallará la razón de su existencia en plena madurez, cuando pensaba que ... tales dudas habían desaparecido.
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En este momento, algún niño, no sé en qué hogar benéfico, sentirá una honda envidia ante el anuncio de la revista que hojea, porque hay una mujer joven que acaricia a su hijo, mientras él carece de tal mimo.
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i Este artículo es resumen, realizado por la autora, del capítulo correspondiente de su libro
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Un instante , publicado por Federico Domenech en 1980.
En este momento, un hombre llegará a la estación indicada, con la maleta llena de ropa usada y un paquete con comida y pan; también, en el bolsillo, la nota con la dirección donde le han de facilitar trabajo. Y otro hombre, en la misma finc, le consultará al abogado cómo puede escatimar a Hacienda algo de los beneficios que este año se le han disparado.
En este momento alguien se ha quedado con los ojos abiertos sin ver, y la mano que cogía la suya la ha abandonado al sentir el frío; y en esa fracción de segundo, una criatura con hilillos de sangre uterina, ha comenzado a vivir, llorando.
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En ese momento una pareja cumple el amor, fingiendo la promesa de la eternidad; y otra pareja se abraza y se entrega ferozmente en el mundo prohibido y maldito del que se ocultan.
En este momento alguien reniega de Dios porque tiene la convicción de que no le escucha, de que lo ha abandonado, de que no responde a su llamada; y alguien, lleno de fe, dice simplemente: «¡Gracias, Señor!»
En este momento, una mujer acepta que jamás engendrará; y otra pone sus manos gozosamente sobre el vientre, en el que se mueve por primera vez el hijo.
En este momento un anciano marcha de casa del hijo a la de otro hijo, cumpliendo el turno rotativo de manutención; y otro anciano, en su hermosa vivienda cargada de recuerdos y admirables muebles, recibe a los hijos y nietos que acuden a felicitarle por su cumpleaños.
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En este momento, alguien conoce una cruda verdad y rompe a llorar sin que nadie lo vea, escondido; y alguien escucha una promesa que le hace feliz y pregona a todos su dicha.
En este momento, alguien, en medio del bullicio familiar, disimula la soledad que le corroe; y otro, solitario en su deambular, se siente acompañado por el perfume de la mujer con la que estuvo.
En este momento alguien traza un programa de justicia social para conseguir la igualdad socio-cultural y estaría dispuesto a ofrecer la vida por sus ideales; y otro, que luchó antaño por esa misma justicia social, la olvida para escalar en una sociedad materialista, donde verá compensada su inusitada ambición.
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En este momento, por todos nosotros siento una gran compasión; protagonizamos minuto a minuto la absurda existencia cargada de interrogantes, incapaces de contestar, aunque lo intentemos una y otra vez.
Cansada por inútil vacío, en este momento cierro el ordenador y acepto el no querer saber más, ni preguntar.
Me voy a conformar con que Dios nos regale el sol, lo contemple absorta y admirada, lo sienta..., y me invente una sonrisa; a la que pueden seguir más...
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LA MIRADA DE ARAZO
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