'Retratarte': miradas, historias

Carlos del Amor es un fabulador magnífico que encadena historias reales y ficticias donde las vidas discurren con una emoción que prenden con recuerdos y citas conocidas. Nombres literarios y fragmentos de canciones y poemas son la urdimbre de un tiempo vivido que subsiste en los lectores. Difícil se hace resaltar los capítulos que sobresalen, aunque algunos, como el de la periodista Sylvia von Harden, de Otto Dix, la mujer del monóculo, las orejas grandes y las manos desproporcionadas, de acentuado aire masculino, terminarán conquistando por su rotundidad. En el caso de la mexicana Frida Kahlo, tan admirada a nivel internacional y de quien Carlos del Amor confiesa su debilidad, sobresalen las líneas dedicadas al autobús y sus personajes.

Dueño de recursos y posibilidades por la desbordante imaginación de escritor, tenemos que citar las pinturas de Gustav Klimt según las diversas versiones sobre la joven fallecida Ria Munck. Carlos del Amor es un experto a la hora de investigar en el suceso plasmado en el lienzo, como se demuestra en la historia que envuelve a la bella Ophelia de Everett Millais, un derroche de lirismo paisajístico, máxime cuando se nos cuenta la vivencia de la modelo que enfermó por el agua fría de la bañera.

De la vejez y el cansancio, que se advierte en el óleo de Rafael al contemplar la soberbia imagen de Julio II, a la sensualidad atrayente de Suzy Solidor, el libro 'Retratarte' es un volumen acertadísimo para el recreo cultural.