En la actual vuelta a la inspiración familiar, los novelistas mayores nos desvelan recuerdos de una época, tal vez desdibujada por la nostalgia, y en esa línea me ha llamado la atención el libro de María Herreros 'Un barbero en la guerra' (Editorial Lumen), una ... historia basada en el personaje de su abuelo.

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De mis periplos por los pueblos de la Comunitat Valenciana, me gusta recordar historias de barberos que además fueron comadrones, practicantes y sacamuelas.

Hay que destacar en esta historia a Les Presons. en Sant Mateu (Castellón), que se remonta al siglo XIX. El espacio destinado al barbero es, además, pura atracción para el amante del pasado. Como el nombre anticipa, Les Presons se ubican en las antiguas mazmorras de la localidad, y los muros conservan huellas y dibujos de algunos que sufrieron allí.

Los descendientes mantuvieron la necesidad del coleccionismo y también muestran libros y revistas de toda índole, desde 'El arte de cazar', editado en 1864, a una completa serie de vidas de santos y beatos, solicitadas en 1940, así como los destinados a la mujer concebida por la Sección Femenina, entre ellos 'La Perla del Hogar', época en que las jóvenes se veían obligadas a seguir los cursos de labores, corte y confección y puericultura para ingresar en el campo profesional que, por cierto, tenían que abandonar cuando se casaban.

Volviendo a la historia de nuestra barbería, en edificio histórico de nobles piedras, resaltar el dibujo de una bicicleta sobre fondo azul, fotografiada por todos los visitantes; bicicleta a la que Paco Jarque, fotógrafo y amigo, convirtió en icónica. El barbero siempre afirmaba que la trazó un preso para huir y gozar de libertad.

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