El odio
imagino a esas madres viéndonos consumir su dolor con un bol de palomitas
Mª JOSÉ POU AMÉRIGOMARIAJOSEPOU.LASPROVINCIAS.ES
Domingo, 23 de marzo 2025, 08:14
Secciones
Servicios
Destacamos
Mª JOSÉ POU AMÉRIGOMARIAJOSEPOU.LASPROVINCIAS.ES
Domingo, 23 de marzo 2025, 08:14
No me interesa nada lo que pueda decir José Bretón. Entiendo que algunas personas quieran conocer las explicaciones que pueda dar un padre que mató ... y quemó a sus propios hijos, de seis y dos años. Unas por morbo y otras por legítimo interés en acercarse al Mal con mayúsculas. Será que a mí me basta con asimilar que existe y a veces causa un dolor infinito a personas inocentes. No quiero conocerlo más; no quiero ni aproximarme a su forma de razonar; no quiero darle ni siquiera la opción de mostrarse comprensible o remotamente lógico. No hay lógica posible en que un hombre mate a dos criaturas que confiaban absolutamente en él, que estaban resguardados a su custodia y del que se esperaba un mínimo instinto de protección. En lugar de eso, tuvo la sangre fría de quitarles la vida para hacer el mayor daño posible a una madre, su mujer.
Entiendo el título del libro que se acaba de publicar y cuya retirada ha pedido la madre de los niños, 'El odio'. Es un sentimiento que me cuesta aceptar cuando se manifiesta en un grado tan alto como para acabar con aquellos a quienes se supone que se quiere. Puedo entender la envidia, el rencor, el desprecio o la indiferencia. Todas ellas pueden estar motivadas por una mala experiencia o por un déficit de autoestima. Pero el odio a lo grande, sin matices, tan profundo que convierte a la persona en un monstruo, no termino de entenderlo. ¿Qué agresión previa puede motivar un sentimiento tan destructor en primer lugar de la propia persona? Solo el egoísmo conduce a esa actuación. Y es lo que veo en José Bretón. Un ser tan egoísta que se pone él por delante del mundo entero. Y, si ha de arrasarlo, lo hace.
A alguien así yo no le daría voz, aunque entiendo las posturas contrarias en el debate suscitado por la publicación del libro. Defender la libertad de expresión implica aceptar que tenga voz alguien cuyas opiniones despreciamos. Eso es lo que defiende la editorial para publicarlo. En cambio, la madre de los niños lo ve de forma contraria. Como lo hace también la madre de Gabriel Cruz, el niño asesinado por la novia del padre en Níjar. Ella se opone a que se haga un documental sobre ese caso. Y no me extraña. Será que soy poco de 'true crime' aunque confieso que vi la serie que hicieron sobre el caso Asunta con la impactante interpretación de Candela Peña. Pero imagino a esas madres viéndonos consumir su dolor con un bol de palomitas, como si fuera una ficción sin daño ni siquiera para los animales de la serie, y comprendo su negativa al negocio de otros con su vida. Su muerte en vida.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.