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Aunque nuestros políticos siempre están en campaña, cuando llega ésta todo se dispara: el tono agrio, los argumentos hiperbólicos o el nivel de beligerancia entre ... candidatos. Lo estamos viendo con María Jesús Montero en su rol de cabeza de lista del PSOE andaluz. Es cierto que la vicepresidenta primera es de suyo histriónica, pero, desde que fue elegida por Sánchez para dar la réplica a Juan Manuel Moreno Bonilla, ha entrado en una dinámica de sobreactuación continuada que ya le ha dado varios disgustos. El último, tener que disculparse por poner en duda la presunción de inocencia. Sin embargo, lo suyo, aunque un poco adelantado, es comprensible. Las elecciones en Andalucía son el año próximo.
Lo que resulta más preocupante son algunos movimientos que estamos viendo en partidos o líderes de ámbito nacional que, de pronto, entran en modo electoral. ¿Por qué, si aún no estamos ni en el ecuador de la legislatura? Sin ir más lejos, el fin de semana pasado, Podemos anunció a Irene Montero como candidata a la Moncloa. Eso significa poner la mirada en 2027. Salvo que se adelante la convocatoria electoral. Anunciar una candidata con dos años de antelación solo puede responder a dos factores: o es una persona desconocida y necesita tiempo para que el electorado se acostumbre a ella, o en Podemos intuyen que las elecciones serán antes de lo previsto y quieren estar preparadas.
La primera opción no es lógica. Irene Montero es de sobras conocida como pareja de Iglesias, pero, sobre todo, por su actuación como ministra del «Solo sí es sí» y otras gloriosas aportaciones a la política española. Tan gloriosas que Podemos, con sus cinco diputados, es apenas una sombra de lo que fue. Así que Montero no necesita tiempo. Quizás lo que esté buscando es una razón para dejar sus tareas en Bruselas y volver a radicarse por entero en España. A los Iglesias-Montero no les va el aire comunitario. Él apenas aguantó 15 meses y ella, a los 21 meses ya anuncia un futuro lejos del Parlamento Europeo.
La segunda opción es la que anuncian algunos analistas: Podemos quiere prepararse para un posible adelanto electoral con el que Sánchez busque coincidir con las elecciones en Andalucía. En ese escenario, Podemos necesita tiempo, no tanto para dar a conocer a su candidata como para hundir a la otra, esto es, a Yolanda Díaz y Sumar. Lo que busca ganar Podemos no son las generales, sino las 'primarias' entre las fuerzas de la extrema izquierda. O Sumar o Podemos. Ése es el pistoletazo de salida que anuncia la campaña electoral para las generales.
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