Juan Canet

La historia registra artistas de palmarés prestigioso, entre otros, el que fue en vida mi gran amigo Juan Canet Bonora, considerado como un mito de las fallas infantiles, sobre todo de la sección Especial, donde reinó de forma incuestionable entre los años 1978 a 1990. El que fue considerado como «el Miguel Ángel del dibujo» por Genaro Lahuerta, profesor de la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, donde Canet cursó sus estudios, basó su trabajo en el más puro y, en ocasiones, dulzón barroquismo; estilo que le granjeó muchos admiradores y, a la vez, detractores.

A Juan Canet lo conocí por medio de otro buen amigo, Isidro Calvete, antaño presidente de la falla Espartero-Gran Vía Ramón y Cajal; comisión para la que plantó doce fallas, con diez primeros premios en Especial de los que nueve fueron consecutivos. Toda una proeza no conseguida por nadie en el apartado de las infantiles.

Para la historia quedan sus magníficas obras como referentes de las fallas infantiles. Personalmente, creo que el mundo fallero no ha sido nada considerado con Juan Canet, ya que lo encumbró de forma egoísta para, después, dejarlo caer en el precipicio del olvido.

Menos mal que la historia vivida no olvida, y aquellos que contamos con su amistad tampoco. Se agolpan en mi memoria los ocho ninots indultados que consiguió, así como los primeros premios de Especial. Sin embargo, en este mundo apasionante, que como nadie supo crear Juan Canet, no puedo olvidarme de otro genio como es Alfredo Ruiz, colaborador en calidad de escultor en los proyectos creados por Canet. Otros tiempos. Otras fallas.