Sentimiento y devoción

Nuevamente estaremos ante un acto popular, muy esperado, en el que aflorará el sentimiento y el fervor del pueblo valenciano hacía la que es su Madre; dos conceptos muy difíciles de poder explicar pero que atenazan el corazón de todo aquel que se pone ante Ella y fija su mirada en su misericordioso rostro.

La fiesta del segundo domingo de mayo, en esta ocasión arropada por los actos del Centenario de la Coronación de la Virgen de los Desamparados, está salpicada de sublimes momentos. Ha quedado demostrado y este año, quizá más que nunca, había la necesidad de estar con Ella y reafirmar nuestras creencias ante el laicismo que nos rodea.

La asistencia a todas las jornadas ha sido histórica. Hemos sido testigos de que el fervor mariano no tiene límites. Sin lugar a dudas, los multitudinarios actos que hemos presenciado se deben a la asistencia de personas con un claro sentimiento religioso y una juventud que proviene de familias afines a esta devoción, lo cual ha hecho que estos actos fueran ineludibles.

También los hay que no comparten la devoción a la Virgen. Posiblemente habrán asistido, como lo hacen a cualquier otro festejo, para observar. Si nunca han presenciado estos actos y este año se han acercado a la Virgen de los Desamparados, ha sido bueno, ya que todos, sin excepción, caben bajo el manto de nuestra Patrona.