Solidarios

Quiero romper una lanza por los miles de jóvenes y no tanto que se han lanzado a la calle pozal y pala en la mano para ayudar desinteresadamente en las zonas afectadas, sin buscar el foco mediático que algunos sí buscan. A esta pléyade de samaritanos extraordinarios, compuesta por personas de distintas ideologías políticas pero unidas para ayudar hay que sumar otras entidades culturales y festivas valencianas, entre ellas las comisiones falleras, cuyos casales se han convertido en punto de recogida de todo tipo de enseres, material de primera necesidad y ropa en general con destino a los más necesitados. Lo más importante es sacar de este cruel marasmo a todos los afectados para que más pronto que tarde puedan rehacer sus vidas, aunque vayan marcadas con cicatrices difíciles de olvidar.

Valencia ciudad vive con dolor lo que sucede en nuestros pueblos cercanos. En la memoria están las imágenes de la riada que asoló nuestra ciudad en 1957 y la posterior batalla del barro. Algunos lo recordamos aunque éramos muy jóvenes. De esa riada nació el denominado Plan Sur para desviar el cauce del río Turia. Después de tantos años podemos afirmar que fue un acierto; ejemplo, la reciente DANA lo llenó pero no pudo con ese muro infranqueable y de eso se ha salvado la ciudad.