El último impulso

A modo de adelanto de una de nuestras pasiones, la pólvora festiva, el próximo día 25 tendrá lugar la habitual macrodespertà con la que amanecerá nuestra ciudad, y que a modo de heraldo anunciará que las Fallas están a la vuelta de la esquina. Este año se celebrará el veinte aniversario de su primer disparo; exhibición pirotécnica callejera con el tradicional tro de bac propuesta por la comisión de Mossen Sorell-Corona y que acertadamente recogió el entonces concejal de Fiestas, Félix Crespo. Como anécdota, destacar que el entonces presidente de Corona, Miguel Ángel Pérez, es actualmente el delegado de Pirotecnia de la Junta Central Fallera. Las vueltas que da la vida, en este caso para bien, dado que Miguel Ángel conoce como nadie el mundo de los fuegos artificiales. Un auténtico experto.

Llega nuestro gran festejo, y hay que destacar una vez más, por si alguien todavía no lo sabe, que las fallas son esfuerzo puro desde el principio hasta el final. Tanto para crearlo como para consumirlo. Crear, sabiendo que aquello que está gestándose en la mente y en las manos del artista acabará cuatro días después de haber nacido entre las llamas de la cremà. Un ritual que se repite año tras año y que es el motor emotivo del fallero en una perfecta comunión de entusiasmo y sacrificio.