La discriminación en la seguridad vial
María José Alonso De Arriba, vicepresidenta de Plataforma Motera para la Seguridad Vial
Lunes, 7 de octubre 2024, 00:07
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María José Alonso De Arriba, vicepresidenta de Plataforma Motera para la Seguridad Vial
Lunes, 7 de octubre 2024, 00:07
La disminución del 5% en la mortalidad por siniestros de tráfico en 2023, según el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es ... un avance significativo en la seguridad vial. Sin embargo, España solo cumple con tres de los cinco factores de riesgo clave, lo que indica áreas que requieren atención urgente. Las dos que no cumplen los estándares de la OMS son las referidas a la conducción bajo los efectos del alcohol y las que se refieren a los cascos de motocicleta.
La OMS identifica cinco factores de riesgo principales en los siniestros viales: El exceso de velocidad es un factor crítico que aumenta tanto la probabilidad de accidentes como la gravedad de las lesiones. La conducción bajo los efectos del alcohol y drogas afecta significativamente las capacidades del conductor. No utilizar cinturones de seguridad, cascos para motoristas (esto incluye el correcto abrochado del mismo), ciclistas, usuarios de VMP o sistemas de retención infantil, incrementa el riesgo de lesiones graves.
Las distracciones al volante, como el uso de dispositivos móviles, son una causa frecuente de siniestros viales. La falta de mantenimiento en las carreteras contribuye a la siniestralidad, mientras que la formación para obtener el permiso de conducir es un aspecto crucial que varía significativamente entre las comunidades autónomas en España. Esta desigualdad se refleja en la disponibilidad de examinadores y las listas de espera para realizar las pruebas prácticas. Por ejemplo, mientras Cataluña recibe un número considerable de examinadores, la Comunidad Valenciana enfrenta una lista de espera de 36.311 ciudadanos debido a la asignación desigual: 21 para Cataluña y solo 2 para Valencia. Esta disparidad genera frustración entre los aspirantes valencianos y resalta una falta de proporcionalidad.
La desigualdad en la formación y obtención del permiso de conducir tiene varias consecuencias negativas: Los aspirantes en comunidades menos favorecidas ven cómo pierden tiempo y dinero mientras otras avanzan más rápidamente.
El acceso a cursos de sensibilización y reeducación vial puede variar según la región. Las áreas rurales o menos pobladas suelen tener menos centros autorizados, lo que dificulta el acceso a la formación necesaria para obtener o recuperar el permiso de conducir. Esto puede llevar a una menor calidad en la formación y a una mayor tasa de reincidencia en infracciones.
Esto es especialmente relevante para las mujeres, quienes pueden enfrentar barreras adicionales debido a responsabilidades familiares y/o laborales, aunque significa que también muchos hombres están en situaciones similares, sobre todo los que en zonas rurales se ocupan de las labores propias del campo, ganadería etc.
Un ejemplo cualquiera: Hace 40 años, cuando nos sacamos el carnet de conducir, vivíamos con mis abuelos en un pueblecito de interior, y en el pueblo de al lado ( a unos 15 km ) había una autoescuela, todos los de los pueblecitos de los alrededores iban a esa autoescuela.
Con el tiempo, le retiraron la licencia a dicha autoescuela, Muchos jóvenes se quedaron sin poder sacarse el permiso B, porque no había transporte público para ir a la gran ciudad.
¿Que ocurrió? Que aprendían en el pueblo con los mayores y se presentaban solamente al examen, por libre. ¿Consecuencias? Malos hábitos, y por ende, accidentes mortales en dichas «prácticas acompañadas» en esas labores de labranza. Esta situación puede ser vista como una «involución» para aquellos que creen en un progreso optimista e igualitario, pero nada más lejos de la realidad. Del ejemplo anterior, existe hoy en día a miles en esa famosa «España vaciada».
Para avanzar hacia una solución equitativa, es fundamental priorizar la proporcionalidad en la asignación de recursos. Implica una distribución justa y equilibrada de examinadores entre las comunidades autónomas. Solo así se podrá asegurar que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades para obtener su permiso de conducir, contribuyendo así a una mejora continua en la seguridad vial.
En esta época en donde todos buscan «ponerse medallas» porque están mirando por esa España vaciada, por dar «servicios» a esas personas que han elegido seguir en sus zonas rurales y que gracias a ellos, el resto podamos disfrutar de buenos productos gastronómicos, de qué no se pierdan las costumbres, la cultura, la riqueza natural... al final todo se centra en la discriminación sectorial por un «puñado de euros», ¿Cuando empezamos a valorar más el dinero que una vida? ¿Donde quedaron esos valores como humanos (se supone) que somos?
Invertir en recursos para que todos puedan acceder a una formación técnica y práctica, es fundamental para ser evolucionando.
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