Urgente El precio de la bombona de butano para esta semana tras el último cambio de tarifa

Qué va a pasar ahora con el Centro del Carmen? Es la pregunta que desde que se celebraron las elecciones del pasado mes de mayo y la suma de PP y Vox propició un cambio de gobierno en la Generalitat se preguntan muchas personas interesadas ... en la cultura en general y usuarios de este espacio en particular. Conscientes del enorme simbolismo que había adquirido este museo la duda no era descabellada. La llegada de Vox a la conselleria de Cultura hacía presagiar una sucesión de movimientos en cargos y dinámicas. La insistencia de José Luis Pérez Pont en que el suyo no era un puesto político no convencía a nadie. Lo mismo se podría aplicar a los responsables de los institutos de Teatro, Cine y Música en la Comunitat y estos ya habían sido avisados (por la prensa, porque con ellos directamente al parecer no ha hablado ningún nuevo dirigente) de su relevo. Eso ya fue un aviso para navegantes.

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Porque sí, la cultura debería ser independiente de la política, claro. Y que ningún mandatario pudiese meter mano en las programaciones de distintos centros. Pero eso es solo teoría, en la práctica rara vez se aplica. En estos lares estamos al menos lejos de conseguirlo. Sucede a un lado y a otro del espectro político. No tiene nada que ver con los colores. Por poner un ejemplo, hace ocho años cuando en el Ayuntamiento de Valencia se alcanzó el 'Pacte de la Nau', que llevó a Compromís, PSPV y Podemos a la alcaldía se truncó el proyecto de la Mutant, con Guillermo Arazo al frente, que había conseguido convertirse en referente municipal y nacional. De hecho ese teatro no se ha recuperado desde entonces, por más intentos que haya habido de reactivarlo.

El cese de Pérez Pont puede tener efectos similares. La gestión de este al frente del convento rehabilitado ha tenido, por supuesto, sus sombras, pero nadie puede obviar que ha consolidado un proyecto de éxito respaldado por las cifras (al margen de estadísticas cualquiera que acudiese por allí puede dar fe de su poder de convocatoria) y, sobre todo, por su capacidad de atraer a nuevos públicos (es complicadísimo lograr el interés de los más jóvenes pero esta vez se obró ese milagro). También el Carmen ha dado cobijo a no pocas actividades alumbradas por asociaciones y colectivos, iniciativas (de artes escénicas, de música, de cine) con solera, que difícilmente hubiesen podido sobrevivir sin este apoyo y que ahora también entran en periodo de incertidumbre.

Se desconoce por completo el proyecto cultural que tiene el nuevo conseller y su equipo

Más allá de la salida de Pérez Pont el verdadero problema que nos encontramos es que se desconoce por completo el proyecto cultural que tiene el nuevo conseller y su equipo. Barrera ha dedicado más tiempo a enumerar lo que no quiere, que lo que quiere. ¿Con qué criterios se va a programar? ¿Qué objetivos se persiguen? ¿Qué perspectiva de futuro tiene la cultura valenciana? Nada de eso sabemos. Y a estas alturas dudamos de que ellos lo tengan claro.

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