Directo Sigue el minuto a minuto del superdomingo fallero

Decir que Ábalos es la punta del iceberg de la corrupción del PSOE y que Pedro Sánchez, su gobierno y en Ferraz se aferran hoy ... a sus sillones como si fueran la orquesta del Titánic una obviedad. Su 'Manual de Resistencia' no contemplaba la posibilidad de que la temida pesadilla de Sánchez de tener su propio caso de corrupción -su caso Filesa particular- pudiera hacerse realidad. Pero así ha sido.

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Los monstruos de la trama 'Koldo', 'Caso Begoña', 'Hidrocarburos' o 'Delcy' rodean al número 1. Y, lo que es peor para él, ya tienen vida propia. Crecen y funcionan por libre de manera autónoma. Los principales protagonistas conocidos hasta ahora -incluyendo a su ex número 2- están ya al límite o en manos de la justicia. Los personajes secundarios son ya tantos que orbitan fuera de control en un universo imperfecto de elementos dispares a punto de explotar. Con los que tarde o temprano se acabará encontrando de nuevo.

Es curioso observar las coincidencias que suelen repetirse en casos como éstos y que le dan ese punto de color tan humano al relato. El papel de las mujeres -tanto el de las queridas como el de las agraviadas- suele ser estratégico. Las fotografías, las grabaciones incómodas, los gastos desorbitados, la vida de lujo pero no ajeno al cutrerío. El mundo de los apodos da mucho juego, tanto, que el PSOE ya tiene en el empresario encarcelado Aldama, alias 'El Gomina', a su propio Francisco Correa, al que también gustaba usar ese tipo de ungüentos.

Es cuestión de tiempo, Pedro Sánchez se quedará sólo. Poco a poco irán cayendo todos

Pero volviendo al iceberg, mientras la justicia sigue investigando -ya tienen mucho material pero tendrán más- lo complicado para La Moncloa será gestionar esa larga incertidumbre. Si no saben todo sí pueden intuir mucho de lo que queda y puede salir.Y el material se irá dosificando poco a poco. No será fácil mantener prietas las filas, a los socios contentos y aparentar además -porque no será así- que están centrados en gestionar porque lo que realmente los ocupa y le preocupa es todo lo que no se ve del iceberg que se intuye. Las desafecciones irán en aumento, las filtraciones, esas miradas que ya son diferentes... Es cuestión de tiempo, Pedro Sánchez se quedará sólo. Poco a poco irán cayendo todos. Hasta sus socios de gobierno que cada día van a tener más difícil justificar su respaldo a un gobierno acosado por la sombra de la corrupción.

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Con la información que hoy tenemos los ciudadanos podemos poner algo de luz al incomprensible comportamiento que tuvo Sánchez durante esos cinco días que le dio por pensar si quería seguir. Lógico, su mujer entonces ya estaba imputada y él lo sabia (nosotros no) y también sabía entonces lo que todos sabemos a día de hoy. La punta de un iceberg de consecuencias insospechadas ¿no les parece?

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