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La protagonista indiscutible de esta semana ha sido Yolanda Diaz y su mitin en Magariños, que por si no lo saben -y como no podía ... ser de otro modo- es un polideportivo municipal algo pijo ubicado en la elegantona calle Serrano de Madrid. Tras su éxito de convocatoria, leía el lunes una amplia entrevista en el diario El País que la elevaba a los altares informativos como si fuera un querubín pese a que, en el fondo, el proyecto que representa -de momento y salvo sorpresas- tiene consecuencias algo diabólicas para el resto de los partidos de izquierda que han quedado fuera y para el propio PSOE en especial.
Por resumirlo en clave valenciana, tras la puesta de largo de un Sumar sin Podemos, hoy Carlos Mazón está más cerca de ser presidente de la Generalitat Valenciana y Ximo Puig, algo menos. Sin espacio para confianzas excesivas, la partida continúa, el tema está reñido y las cartas no están aún repartidas del todo. Izquierda Unida ha de mover ficha.
Con todo, sorprende que estos partidos políticos a la izquierda del PSOE, no sean capaces de ponerse mínimamente de acuerdo, ordenarse, aparcar sus diferencias e identificar un rumbo común que les permita mejorar sus resultados electorales. Lo normal en política vamos. Da la impresión que prefieren morir matándose, que pesan más «las tripas» -como decía Pablo Iglesias- que las ideas, los conflictos personales que el interés común. En definitiva, que pueden más los malos rollos acumulados estos años que las ideas que les hicieron nacer. Siendo partidos de reciente creación gastan comportamientos y vicios de partidos viejos y en descomposición.
De momento, el pacto entre Podemos y Sumar está descartado. Veremos si esta postura se mantiene cuando conozcan los resultados de las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo. Lo que ese día suceda podría hacer variar la quiniela. Pero lo cierto es que, por motivos diferentes, entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz le están haciendo la Pascua a los barones territoriales del PSOE que, como Ximo Puig, serán los primeros en ser sometidos al escrutinio electoral. El desgaste que acumula el primero y la división del voto de la izquierda a la que conduce el proyecto de Sumar, no les beneficia. Serán ellos quienes pararán el primer golpe.
Pasado este primer lunes de Yolanda y tras superar la Semana Santa, prepárense para convertirse en conejillos de indias de un particular experimento que se va a realizar en Valencia para estudiar las consecuencias de implantar la jornada de 4 días. El azar del calendario nos invita a vivir cuatro 'lunes al sol' de manera consecutiva. Un lujo al alcance de unos pocos. No somos los primeros en hacerlo, en Reino Unido ya se hizo la prueba con más de 60 empresas durante el último semestre de 2022 y parece que el asunto funcionó. Lo nuclear, como en casi todo, el asunto económico. Porque con la que está cayendo y está por venir ¿esto quién lo paga?
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