El Orfeón Donostiarra en Valencia

La fundación Columbus, que nació en 2017 con la misión de salvar la vida a niños enfermos de cáncer o con enfermedades raras y que ha empleado la música como herramienta dinamizadora de conciencias, quiere devolver así a la música toda su contribución. Y qué mejor manera que en Paiporta. Ya les hablé de esta fundación porque se dedica a hacer milagros «made in Valencia» salvando y mejorando la calidad de vida de los más pequeños. Javier García y Damià Tormo, junto con su directora Blanca Garín, han logrado dar esperanza, curar y parar los terribles efectos provocados por enfermedades raras como el párkinson infantil o el PSG50. ¿Cómo? Acercando los tratamientos más avanzados (y caros) de la ciencia médica que hoy son las terapias génicas -y que se emplean para curar otras enfermedades con más clientes- a las enfermedades más raras que afectan a los más pequeños y que a las farmacéuticas no les salen rentables. Y ahí es donde aparece la fundación Columbus. Y les aseguro que se emplea a fondo. Irai, la niña que nació dos veces, la historia de Candela o de Alejandro son relatos de lucha y victoria.

Sólo en España hay más de 3 millones de personas afectadas, en Europa 30 y en todo el mundo 300 millones. La dureza de unos números que no desalientan sino que animan a esta fundación de la que, como valencianos, debemos sentirnos muy orgullosos porque son y trabajan desde aquí.

Durante años, cuando nadie hablaba de la protonterapia como método más efectivo y preciso para luchar contra el cáncer y en España no se daba ese tratamiento, Columbus hizo posible que muchos niños lo recibieran. Liderando en busca de la innovación científica allá donde esté.

Hoy Madrid ya cuenta con dos centros sanitarios que cubren este tratamiento y hemos dejado de estar a la cola. También, en Valencia, gracias a la donación de la fundación de Amancio Ortega y al trabajo de la Generalitat y el Ayuntamiento, han empezado las obras de lo que será el primer centro de protonterapia valenciano en 2027.

Muchas veces uno no sabe dónde ayudar, cómo implicarse, de qué forma aportar algo de esfuerzo por una buena causa. Con la fundación Columbus se acaban los peros o los esques. Les aseguro que vale la pena. Si pueden no se lo pierdan. Compren la entrada en su web, donde también hay fila 0. Estoy segura de que valdrá la pena y además se sentirán parte de una buena causa. ¿No les parece?