Que vivan los libros

Maria es una de mis mejores amigas. Si miro atrás siempre está. Desde niñas lo hemos compartido todo. O casi todo. Y así hemos seguido hasta hoy en día. Y lo que quede por delante. Resulta que María se enamoró perdidamente de un catalán, tanto que fue el único que logró interponer tierra de por medio y desde hace años vive felizmente instalada en Barcelona. Fueron ellos, Maria y Pablo 'el catalán', quienes me regalaron al cambiar de década -por eso de la trascendental fecha- uno de mis tesoros favoritos: una primera edición de Josep Pla: 'Costa Brava'. Su olor, sus páginas gastadas me acompaña desde entonces junto con otras joyas que lo son sólo a mis ojos. Leer a Jesús Civera o a Ramón Palomar me abrió hace años la mirada hacia el gran Pla y su increíble manera de mirar, describir y narrar lo cotidiano. Y desde entonces no he abandonado su lectura. Me pasó algo parecido con Manuel Chaves Nogales -tras leer las alusiones que sobre su obra hacía otro maestro del periodismo como es Julián Quirós, antiguo director de LAS PROVINCIAS, ahora en ABC- y ya no se vivir tranquila si no tengo cerca los ejemplares releídos y desgastados de 'A sangre y fuego' o 'Juan Belmonte'. Puede que estas novelas no tengan importancia para otros pero para mí son imprescindibles.

Y es que los libros son la mejor compañía junto a las películas antiguas y diré (algo todavía más hortera si me lo permiten) que son el mejor escondite de esta vida a mil por hora en el que, por fin, todo se para y la atención la centro en una sola cosa. Sin más distracciones. Como dice Santi Balmes la vida moderna «se me hace bola» cuando observo que ahora se hacen demasiadas cosas a la vez para terminar no haciendo del todo bien ninguna. Hacer deporte mientras oyes música o ves series o verlas mientras estás con el móvil o «te hablas» -como dicen mis hijos- con demasiadas personas a la vez. Leer te obliga a dejarlo todo para concentrarte sólo en eso. Lápiz en mano si es en papel o dispuesto a escribir notas si es en digital.

Mañana arranca la 59 edición de la Feria del Libro de Valencia. Estoy deseando pasearla al completo, buscar la magia entre sus casetas y abrir nuevas oportunidades a escritores noveles. Me han hablado de una valenciana de nombre Anita Bakster que irrumpe con fuerza entre los escritores potentes de novela negra. Deseando leerla y comprar algunos libros más. Un buen plan para el fin de semana. ¿No les parece?