Votos no acompañados

Son más los cargos perdidos por Vox en el Consell que los menores extranjeros que vendrán de Canarias. Si se renuncia a gestionar los recursos públicos, ¡cómo criticar que lo hagan otros!

Lunes, 15 de julio 2024, 23:45

Una propuesta ideológica tiene que revisar su catolicismo si no aspira a una voluntad universal hacia el prójimo; un partido debe repasar su españolidad si desdeña la solidaridad entre autonomías; uno podría rebajar su aspiración política nacional si antepone las encuestas al gobierno de lo ... público, y terminar como Iglesias, que se aburrió de ser vicepresidente para repartir a diestro y siniestro desde las redes sociales. Es contradictorio pretender remontar las encuestas para gobernar rompiendo los gobiernos allá donde participa. Esto lo hace por principios el populismo de derechas, al contrario que el independentismo de izquierdas que también se niega a acoger a menores -Cataluña, la única autonomía que no se sumó al reparto voluntario de menores extranjeros atendidos en Canarias- pero sigue digno de negociar con Sánchez.

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Supongo que todo será mucho más complicado, y si no la política ya se encargará de ello, pero parecen desproporcionadas las consecuencias de las causas. La descongestión recurrente de Canarias cuando la inmigración la desborda ha provocado la ruptura de varios gobiernos autonómicos en la península. Vox, por ejemplo, ha perdido más cargos públicos en la Comunitat que menores se prevé que vengan. Todo se politiza, también la victoria en la Eurocopa y la insistencia interesada de la procedencia familiar de Lamine Yamal y Nico Williams, tan españoles como quien firma. No es la diversidad lo más digno de destacar, que también, sino nuestro modelo democrático que garantiza los derechos universales a todos y destina recursos para ello. La educación incluida.

No es nada fácil disponer los recursos suficientes para atender a los menores no acompañados, al igual que el sistema educativo sufre para acoger a los que pueden llegar acompañados en cualquier momento. Las dificultades del idioma, la ignorancia sobre los trámites y los recursos, muchas veces los traumas del viaje o del origen y la acumulación de necesidades básicas construyen un abismo que les aleja de lo ordinario, la socialización estandarizada.

«Hay una realidad que se aborda desde la gestión política y no desde el parlamentarismo»

Claro que hay recursos y que son insuficientes, como los hay y al mismo tiempo faltan en la escuela, en los hospitales y en tantos otros lugares y servicios. Es inherente a los recursos, que tienden a generar una nueva demanda cuando colman la primera que perpetúa su escasez y, por tanto, su exigencia. Si es una realidad endémica, más en un ámbito social, vulnerable e imposible de atender ad infinitum: 45 millones no sostienen a 7.000 millones.

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Los menores acompañados necesitan una intervención socioeducativa intensa, y también psicológica. Otro punto importante es el acompañamiento administrativo, porque hay que recordar que los derechos universales que este país garantiza no son los completos que sus ciudadanos gozan y, por ejemplo, el salto de la enseñanza obligatoria a la postgobligatoria añade requisitos que no siempre se tienen. En ocasiones se ve incluso en familias: adultos con la documentación en regla pero que no se han preocupado por tenerla para sus hijos y esto les complica un poquito la vida cuando llegan a etapas escolares no obligatorias.

El debate de la atención a los menores inmigrantes tiene un elemento político, pues es obvio y democrático que las propuestas políticas son distintas en este tema, pero también hay una realidad que se aborda desde la gestión política y no sólo desde el parlamentarismo, y menos desde las redes sociales. Es decir, estando en los gobiernos que administran los recursos públicos de la gente. No entiendo que pida el voto quien renuncia a gobernar.

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