Qué bonito es el amor

En la época infantil de los 'boomers' era muy habitual ver a los niños, los hijos de las familias numerosas que entonces eran legión, vestidos ... todos igual. La ropa pasaba del hermano mayor al siguiente y cuando se rompía en los codos o en las rodillas porque los parques no estaban forrados de un material de plástico, las madres cosían coderas y rodilleras. Hoy, esa moda de equiparlos con idéntico atuendo ya no se lleva. En primer lugar, porque no hay apenas familias numerosas. Hay hijos únicos, en todo caso parejitas. O hijo y perro. O perro y gato. Y en segundo lugar, porque a los tres años el niño ya decide cómo quiere vestirse y qué marcas tienen que comprarle sus papás; a los cuatro lo hace sobre su peinado, que si con cresta, mohicana, con mechas o como sea; a los cinco ya pide el último modelo de iPhone y la mamá o el papá corren a la tienda de la calle Colón para hacer cola y ser los primeros en adquirirlo; y a los seis años comunica a sus progenitores que quiere cambiarse de sexo. Así que no está el patio como para pensar en un vestuario en serie. Ahora son las parejas las que se visten coordinadamente. Mi tía Cristina (q.e.p.d.) decía aquello de que dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma opinión. Con Juan Manuel Badenas y Cecilia Herrero se podría transformar en dos que comparten la alcoba también se combinan la ropa (no rima en consonante sino en asonante, que queda peor, pero es que no se me ocurre otra mejor, lo lamento). El lunes, para explicar a los medios de comunicación porque ella se va de Vox después de qué él haya sido suspendido de sus funciones por el partido de Abascal, se presentaron ambos con un suéter de color hueso y cuello alto. Tal vez un tanto excesivo para un día en que se anunciaba que la máxima en Valencia iba a llegar a los 19 grados centígrados pero si lo tienes en el armario lo lógico es que quieras gastarlo. En Valencia, la fiesta no se acaba nunca, pensé al verlos tan enamorados, esas miradas, vestidos a juego... La ciudad más divertida del mundo, un chollo para los columnistas. Me puedo imaginar la escena mañanera, «¿hoy qué nos ponemos, cariño?». «No sé, gordi, elige tú». «No, no, que ayer ya me tocó a mi, hoy tú». «Bueno, vale, pues hoy nos ponemos el uniforme de caza, con las botas de salir al campo, y la parka verde militar». «¿Y con Catalá qué hacemos hoy, cari? ¿Le aprobamos el presupuesto municipal o se lo tumbamos?». «Uf, no sé, gordi, aún no lo he podido ver, decide tú». País de parejas, Pablo e Irene, Pedro y Begoña, Juan Manuel y Cecilia. Y luego dicen que el amor está en crisis.