Qué difícil es saber marcharse a tiempo. En política hablo. Comprender que o bien tu tiempo ha pasado y llega la hora de la retirada o que debes cambiar de destino y buscar nuevos objetivos, dejando tu cargo para que le ocupe una cara nueva. ... Pero ni Joan Ribó ni Sandra Gómez parecen, de momento, haberse enterado de que tras la derrota del domingo es la hora de decir adiós. En realidad, el todavía alcalde tendría que haberse dado cuenta de que tras ocho años en el despacho de la chimenea, la jubilación era su mejor opción. Que había cumplido, con los suyos, que es para los que gobernaba, y que alguien tenía que coger el testigo. El problema es que no existía ese 'alguien'. Campillo no era una opción ganadora, Oltra estaba y está envuelta en líos judiciales por el escándalo de su conselleria y los abusos de su ex marido a una menor tutelada, Enric Morera despertaba poca o ninguna ilusión y Papi Robles parecía verde para asumir el reto. Así que en su partido, coalición o lo que sea le dijeron, Joan Ribó, te-ha-tocado, y él se dejó querer y aceptó. En mala hora, a la vista está. En todo caso, eso ya es historia y de poco sirve recrearse en el pasado. El presente lo que dicta es que Ribó, que en septiembre cumplirá los 76 años, no es un líder de la oposición pensando en 2027, cuando tendrá cerca de 80. Siendo que además no es un hombre especialmente aguerrido en cuanto a seguir los temas, trabajarlos, estar encima de ellos... El caso de Sandra Gómez es diferente. Por edad y por la ilusión que ha demostrado podría seguir. Ha hecho una buena campaña electoral, lo ha intentado de todas las maneras. Pero lo cierto es que el PSPV no despega en la ciudad de Valencia, que es la tercera fuerza, por detrás del PP y de Compromís, que ha obtenido menos votos en la circunscripción que Ximo Puig, lo que significa que hay votantes socialistas que no han confiado en ella, y que, en definitiva, no hay, o no puede haber, una nueva oportunidad para quien ya ha gastado todos los comodines de que disponía. Desde 1991, cuando Clementina Ródenas es la más votada pero Rita Barberá accede a la Alcaldía gracias al pacto con la UV de Lizondo, el PSPV no encuentra el candidato que le impulse. Contra Barberá se estrellaron Aurelio Martínez, Ana Noguera, Carmen Alborch, Rafa Rubio... Y luego llegó Compromís y se quedó el preciado botín. Cambiar de cartel electoral no garantiza nada pero no parece lógico que después del nuevo fiasco en las urnas, los socialistas encaren este mandato pensando que dentro de cuatro años Sandra Gómez va a ser la número 1 de la lista. Cuanto más tarden en comprenderlo y en renovarse, peor para ellos y mejor para María José Catalá.

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