Sospechosos habituales

Si antes del primer acto de los cien que ha anunciado el Gobierno sanchista por los 50 años de la muerte de Franco alguien me ... hubiera preguntado quién iba a ejercer de presentador, o como dijo Sánchez de «maestro de ceremonias», habría contestado sin dudarlo: si es un periodista, Iñaki Gabilondo, si es un rostro famoso, Jorge Javier Vázquez o Pedro Almodóvar. No me equivoqué. Iñaki Gabilondo. Era una apuesta segura. Podríamos decir que el régimen tiene unos intelectuales (por llamarlos de alguna manera) de cabecera, personajes a los que recurre cuando necesita unas dosis de notoriedad que no van a conseguir los políticos por sí solos. En esto, como en general en comunicar, hacer propaganda y, llegado el caso, manipular, la izquierda española siempre lleva ventaja a la derecha. Esto es debido tanto a la idiosincrasia de los partidos como a la personalidad de los personajes que se mueven en el entorno ideológico de cada formación. A Almodóvar, aclamado director de cine, no le incomoda lo más mínimo que lo relacionen con el Gobierno sanchista, con el propio Sánchez, con el PSOE, con la izquierda. Es casi más sanchista que el propio Sánchez, que ya es decir. Por contra, en la acera de los liberales, de los conservadores y de los democristianos hay muchas más reticencias al alineamiento con la marca paraguas de la derecha, que es el PP. Pueden firmar manifiestos o asistir a manifestaciones, además de los artículos, los libros, las tertulias y la propia actividad de cada uno en pro de unas ideas. Pero muestran más pudor si hay que fotografiarse con el líder popular de turno, sea Feijóo, Casado, Rajoy o Aznar. Vergüenza que no existe en ese sector progresista. La forma de mostrar apoyo a la casa madre evoluciona. De acudir a la famosa bodeguilla en la Moncloa a salir públicamente a respaldar a Zapatero con el signo de «la ceja». O ahora, con Sánchez, participando en los fastos franquistas (perdón, antifranquistas). Ahora que lo pienso, Broncano también podría haber presentado el arranque del aniversario de la muerte del dictador en la cama de un hospital. Incluso Cristina Pedroche. O la tal... ¿Lalachus? En realidad, la lista sería larga, no en balde la mayor parte de periodistas, artistas, actores y profesores universitarios, que todos juntos forman eso que denominaríamos la intelectualidad española, se declaran de izquierdas. Las derechas y los de derechas son en esto más tímidos. Busquen los premios, reconocimientos, homenajes, exposiciones y ediciones de libros con fondos públicos con gobiernos del PP y con gobiernos del PSOE y entenderán lo que digo.