Bienvenidos a las Fallas

Lo menos importante ha sido la polémica artificial creada estos días alrededor de la ubicación de la mascletà, con argumentos realmente absurdos y que invitaban a la carcajada. Asumo que a la oposición no le queda otra debido a que tienen años por delante de travesía en el desierto a la espera de un mejor resultado en las urnas en 2027.

Aún así, hay conclusiones muy útiles a tener en cuenta. La primera ha sido el desconocimiento de muchos de los opinadores de este país de lo que es realmente una mascletà. Confío en que estuvieran ayer atentos a la obra de arte que desplegó Pirotecnia Valenciana con 300 kilos de pólvora que domesticaron como si fuera algo imposible con una cadencia y sonoridad que quedará siempre para el recuerdo. Y si no lo acabaron de comprender, desde el 1 de marzo tienen a su disposición la plaza del Ayuntamiento, donde serán bienvenidos. Porque de eso trataba lo de ayer, de invitar a disfrutar de las Fallas a todos los que quieran estar en la ciudad esos días.

Asumo menos cuando esos opinadores son de Valencia y animan a una animadversión hacia la fiesta o dicho de una manera más exacta que no esté controlada por ellos, al arrogarse la capacidad de decidir cómo deben ser las Fallas y los valencianos. Estos días he visto la manipulación de una imagen de una fallera mayor con el rostro del alcalde Martínez-Almeida. Y muchas risas alrededor de eso en las redes sociales. A mí, en cambio, sus creadores me producían tristeza. ¡Qué malo es el hambre!

Es más útil tener un amigo en el Ayuntamiento de Madrid de cara a reivindicar infraestructuras que beneficien a ambas ciudades, proyectos culturales o estrategias de inversión pública, por ejemplo. Pero parece invencible la tentación de la mofa en redes sociales, el chiste fácil y la risa tonta, sobre todo cuando se confunde

La mascletà en Madrid ha sido un acierto también por eso. Parece que el asunto ha pinchado en carne y ha hecho pupa, es decir, ha sido un éxito. Lo que menos importaba a los críticos eran los patos del Manzanares, sino el acierto del plan.

Ojalá se haga lo mismo en Sevilla, Zaragoza o Barcelona, por ejemplo. O donde sea, la promoción de la fiesta debería exportarse a otras ciudades europeas. Por supuesto, hay que invitar a todos los eventos a Rita Maestre, la concejala de Más Madrid que vio rédito político con los patos, un asunto que por fortuna se ha diluido como un azucarillo. Desde Valencia tuvieron que decirle al juzgado que dentro del parque de la Albufera se tiran mascletaes y muy buenas, por cierto.

Este adelanto particular de la Crida ha sido más que satisfactorio y deja a los aficionados con ganas de más, que de eso se trata. El programa pirotécnico de este año debe brillar con este precedente, llenar el centro cada día y que todo el mundo haga negocio. Una fiesta como las Fallas es mucho más que una tradición y es necesario recordar de nuevo el impacto de mil millones de euros que generan, según un estudio de la Universitat de València.

Hay otros periodistas que han escrito mucho mejor las bondades de la fiesta y de la mascletà en particular. Yo sólo puedo invitar al que no la conozca. Y al primero, al alcalde de Madrid, que ayer no asistió por la muerte de dos personas en un incendio una residencia de ancianos de Madrid. ¿Harán también un meme de eso los de siempre?