'Imagine' en Valencia

Pues dejando volar la imaginación, al igual que en la canción de John Lennon, se pueden enumerar los deseos de este fin de semana, siempre en positivo y para que nadie diga que al pasear sólo se toman nota de los aspectos negativos de las Fallas.

Imagino unas calles limpias este domingo por la mañana después de la primera madrugada de verbenas. El peligro no es justo la zona controlada por los falleros sino todo lo demás. En el recuerdo están las Alameditas de Serranos repletas de basura, al igual que alguna plaza del Carmen, por no hablar de los aledaños del Mercado Central y la Lonja. El concejal de Medio Ambiente, Carlos Mundina, contaba el otro día que el presupuesto de limpieza ha aumentado un 37%. Deseo que tenga éxito y a los vecinos no se les peguen las suelas de los zapatos a las aceras cuando bajen a las calles.

Imagino entonces, por la mañana, unas churrerías en perfecto estado de revista, con el aceite limpio y los productos conservados como toca. La Organización de Consumidores decía ayer al difundir un trabajo hecho en medio centenar de puestos que la situación ha mejorado respecto a 2023. Más vitrinas para conservar los churros y buñuelos, más información al consumidor y, eso sí, un incremento de precios. Como todo lo demás.

Dejamos para el próximo año una redacción del bando fallero más concreta, en cuanto a la ubicación de las paradas demasiado cerca de monumentos y edificios protegidos. Ya dije al iniciar esta serie que Valencia olía a aceite (tienen permiso desde el día 23 de febrero), aunque los comerciantes me han adelantado y asegura que a lo que huele es a fritanga. Han pasado unos días y es lógico.

Imagino y deseo un respeto por el mobiliario urbano que sospecho no se va a producir. ¿Por qué tiene el respetable tanto empeño en arrancar plantas de los maceteros o golpear las papeleras como si fueran sacos de boxeo? No acabo de entenderlo más allá de que igual los churros les han sentado mal, lo que tampoco estaría justificado.

En fin, imagino y deseo un respeto de los horarios en el lanzamiento indiscriminado de petardos, entre otras razones por las mascotas. Se habla poco de este tema por desgracia pero hay animales que sufren mucho por el ruido.

También imagino una cremà limpia, donde imperen los materiales ecológicos. No en vano, Valencia luce la vitola de Capitalidad Verde Europea y debe notarse en todo. Pero lo que más me guste imaginarme es que estas Fallas sean las más igualitarias, respetuosas y defensoras de las mujeres con el propósito de sonrojar a los concejales de Vox.