Las palomas la lían

Eso por decirlo suavemente. Los 21 metros de altura que alcanzan las piezas principales, las susodichas palomas, no llenan la plaza del Ayuntamiento, aunque ni la mejor falla de los Santaeulalia en Nou Campanar habría conseguido ese milagro. El emplazamiento no ayuda nada a lograrlo.

La alternativa sería entonces llenar de escenas los bajos, lo que tampoco ocurre al estar salpicado el gran espacio de algunas figuras aisladas. El que suscribe defiende a rabiar la libertad de creación artística, la transgresión y la crítica en las Fallas, pero la impresión para el gran público es que se trata de una plantà incompleta.

La misma esencia de la falla, el rechazo de las guerras, es difícil de entender. La calidad sí que se aprecia, lo mismo que el presupuesto y el detalle de las figuras saltando la valla de la mascletà, pero no consigue cambiar la opinión de la mayoría. Tampoco hay que plantearlo como un proyecto fallido porque para gustos colores y habrá opiniones más válidas que se emocionen con esta falla y con todo lo que pretende hacernos llegar.

Lo importante es generar debate y si eso conduce a que haya más personas informadas del proyecto, mejor que mejor. Es lo que tiene plantar fuera de concurso, que el jurado es sólo el público, amén de los que eligieron la idea de Baenas y Escif en abril del pasado año. El martes, las palomas se habrán convertido en un símbolo y empezaremos a hablar y opinar de las Fallas de 2025.