Los últimos serán los primeros

Y la primera de las tres fases será la de Nazaret, la más sencilla y la que cuenta con financiación (13 de los 16 millones que cuesta los pone la Autoridad Portuaria). Por una vez, como apunta con humor el portavoz de la asociación de vecinos, Julio Moltó, los últimos serán los primeros.

Nada cambia según lo anunciado en marzo del pasado año. Arbolado, eliminación de los taludes de las marginales y una amplia zona de juegos infantiles con el barco en el que llegó Gulliver como protagonista. Todo listo para que Gradolí & Sanz Arquitectes desarrollen un proyecto que debe elevar y mucho la calidad de una parte del Marítimo en su frontera con el puerto. Para más adelante, sin plazos, se encuentran las siguientes dos fases, que deben llevar el ajardinamiento hasta el puente de l'Assut de l'Or.

A pesar de esa circunstancia, la asociación de vecinos no ceja en sus reivindicaciones, como manda la mejor tradición de estas entidades en Valencia. Así, Moltó recuerda que la prolongación del túnel de Serrería debe ir más allá de la autovía de El Saler, es decir, la opción cara.

Estoy totalmente de acuerdo por dos motivos. Primero porque después de acostumbrarnos a que todo en Valencia se haga por fases y a velocidad de tortuga, tenemos derecho a elegir el plato más caro del menú.

Y segundo porque acortar el túnel y que el tren salga antes a la superficie perjudicaría mucho a La Punta, partida en dos por las vías desde tiempo inmemorial. Fue un error la claudicación en esto del anterior gobierno municipal, que además impediría una ruta desde el parque de Desembocadura hasta la Albufera.

Al margen de la Zona de Actividades Logísticas, separar esa parte de Valencia con una barrera de hierro penaliza a las siguientes generaciones. Ya pasó con el mismo túnel de Serrería, cuando al encarecerse los costes por la abundante agua subterránea se dejó para más adelante salvar el viejo cauce. Y así seguimos desde hace cuatro décadas.

Y fuera del parque, Nazaret tiene más problemas que deben resolverse con urgencia. Uno es la resolución del Área Funcional 10, el planeamiento que debe decidir todos los aspectos urbanísticos del barrio, en especial la zona protegida. Asegura la asociación de vecinos que varias obras privadas están paradas a la espera de que se resuelva el plan, pendiente de un informe de la Conselleria de Cultura. ¿Por qué será que no me extraña la parálisis debido a la burocracia?

Otrosí digo de la Ciudad Deportiva del Levante U.D., que según las noticias vecinales tiene planeamiento, concesión y licencias aprobadas. ¿Por qué no empiezan ya las obras? ¿Se aventuran los mismos problemas que tiene el Valencia con el nuevo Mestalla? Sería tremendo después de las concesiones de los vecinos, que han perdido varias hectáreas para dotaciones públicas.

La historia de Nazaret es de una lucha continua. Contra las bases de contenedores, contra el tráfico de camiones, contra la inseguridad ciudadana, contra la degradación urbanística, contra la pérdida de prioridad para que se prolongue la Línea 10 de Metrovalencia hacia el Grao y el Canyamelar. Por una vez, los últimos han sido los primeros, pero la buena suerte debería visitar más el barrio.