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Confieso que me cuesta mucho criticar a Baraja. Imagino que me pasa como a los valencianistas que lean esto ahora. El Pipo es leyenda viva ... de la mejor historia jamás escrita en el Valencia. Tiene su merecida lona y, hablando del pasado cercano, llegó al Valencia cuando todos veíamos la caída libre hacia el descenso... y salvó al equipo. Sus méritos para agradecerle todo están más que justificados. Pero este año las cosas no van y el mismo entrenador sabe que, sin resultados, nadie resiste en un banquillo. Con cualquier otro técnico, la petición popular de despido se habría producido hace ya muchas semanas. Pero es el Pipo. Y merece un margen mucho mayor que, justamente, todos le hemos dado.
Dicho esto, la pregunta evidente es ¿hasta cuándo? ¿Dónde está el límite de agradecer eternamente a Baraja lo hecho en el pasado pero pedir un cambio de entrenador por lo que no está haciendo su equipo ahora? Lo primero que se me ocurre contestar es que «el pasado lunes todavía no». La ya famosa noche de las protestas y la manifestación post derrota hubo pitos -lógicos- al equipo pero ni un reproche al técnico. La madurez de la afición del Valencia es admirable.
Y, precisamente por eso, no entendí muy bien el discurso del Pipo pidiendo que cesaran las protestas. Protestas que van contra Lim y no contra la parte deportiva. Todo el mundo sabe que el culpable de todo lo que pasa en el club es Peter Lim. Y, como consecuencia, todas las protestas van dirigidas al dueño de las acciones y sus pelotas asalariados. Pero ahí ha estado siempre la línea. En épocas pasadas los jugadores se llevarían bronca tras bronca y el entrenador cánticos de destitución. Los números en Liga no reclaman otra cosa. Pero no está pasando eso. Nadie -99%- está contra jugadores o entrenador. Por eso no puedo entender que el técnico se pusiera en modo portavoz del club -que no de su equipo de fútbol- para pedir que cesen las protestas contra Lim porque eso perjudica al equipo.
Claramente se equivocó por mezclar cosas que el valencianista lleva años separando. Mestalla ha entendido que debe ser responsable durante los partidos porque, si es por Lim, el equipo va a bajar. Pero no lo ha entendido hoy; lo entendió desde que Baraja aterrizó en el banquillo. A partir de ahí, solo faltaba que después de diez años tragando quina con el de Singapur, la afición no pueda explotar contra el que está destruyendo su club de fútbol. No, Pipo, eso no. El míster puede pedir -como ha hecho hasta ahora- que Mestalla esté a muerte con el equipo. Y eso es lo que Mestalla está haciendo. Pero no tiene derecho a pedir que, desde que acaba un partido y empieza el siguiente, la gente no muera por echar del su club al personaje que lo está matando.
Creo que Baraja intentó que la gente no se desenganche del equipo porque, si eso ocurre, se van a Segunda de cabeza. Pero equivocó la forma de expresarlo. Es lo que pienso sinceramente. No creo que el Pipo sea 'pro Lim' ni esté feliz con la gestión que tiene que soportar. Pero eligió intentar ayudar al equipo desde dentro en lugar de ver cómo se hundía todo desde fuera. Cómo el valencianista de a pie ha decidido ayudar al equipo dentro del campo y tratar de hundir a Lim desde fuera. Así que, igual que la gente ha entendido siempre la difícil posición de Baraja dentro del club, Baraja tiene que entender la insostenible posición a la gente desde fuera. Los dos están haciendo lo mismo desde el lugar que cada parte ocupa. Y los dos creo que merecen el mismo respeto.
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