Una feria en entredicho

Se cerró la Fira de Juliol 2024. Lo hizo como sueñan los aficionados que deberían ser todas las tardes: con toros bravos y toreros valientes. ... Ya lo saben, el valenciano Román indultó al toro Escondido de Santiago Domecq, ganadero de moda por méritos propios. Ahí es nada, triunfador en Sevilla, San Isidro y ahora Valencia. Resumiendo, tarde de mucha bravura, aciertos del palco -nobleza obliga-, y gran ambiente de principio a fin. Sí, algo debieron barruntar los aficionados porque, cosa poco frecuente en los últimos tiempos, cuando las cuadrillas rompieron filas obligaron a los dos espadas anunciados, Ureña y Román, a saludar desde los medios. Pero con ser un broche que ocupará en la historia del coso de la calle de Xàtiva un capítulo distinguido, por el indulto y por haberlo provocado un torero valiente y ambicioso, no debe ocultar las carencias que han aflorado con demasiada claridad. Nada o muy poco se puede decir de la reducción de festejos a que se ha sometido a un abono que otrora fue santo y seña de la torería mas lujosa. Hay que aceptar que las modas cambian pero hay que señalar que la calidad debería ser el gran sostén para que no siguiera mermando. Ahí, ya en la novillada, con dos chavales, Navalón y Nek, que tienen ambiente entre los aficionados, como se demostró en la buena entrada que registró la plaza, supo a mínimos el interés puesto para que creciera la pasión en torno a sus figuras.