«Le jour de gloire»

En cualquier caso, si llega Bardella al Gobierno francés habrá que exigirle un mínimo de coherencia. Lo primero que debería hacer es promulgar un decreto para eliminar de la competición al 80% de los deportistas olímpicos franceses y retirarles ya el pasaporte a Mbappé, Camavinga y Tchouaméni. Que se hagan españoles si quieren. Una cosa es que los Juegos se celebren en París y otra muy distinta permitir que compitan bajo la bandera tricolor gentes de vaya usted a saber qué sitios, como si todos untaran el camembert en las baguettes. De esta manera, con solo una medallita de bronce, quizá en esgrima, y un quinto puesto en pentatlón moderno, pero con los ojos arrasados en lágrimas y el corazón lleno de fervor patriótico, homogeneidad racial y chauvinismo, podrán los verdaderos franceses entonar los épicos versos de la Marsellesa: «Le jour de gloire est arrivééééé».