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En los fines de año abundan los besos. Besos en la Nochebuena, en la Navidad, en la Nochevieja... Besos familiares o amistosos. Esta crónica rememora instantes sensuales en el mundo de la ficción: desde sus orígenes, el cine nos ha ofrecido apasionados momentos con besos ' ... de película'. El gesto universal del amor preside esas imágenes. La tradición sobrevive. Se resiste noblemente a ser considerada una antigualla.

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'The Kiss' (William Heise, 1896) es el primer beso de la historia del cine. Una película muda en la que los espectadores veían, asombrados, a una pareja besándose en la boca. La escena causó un escándalo en su época y necesitó presencia policial en numerosos lugares donde se exhibió el filme.

En 1946 se estrenó 'Duelo al sol' (King Vidor), con una desgarradora secuencia final -Eros y Tanatos- de Jennifer Jones y Gregory Peck, dos amantes que se desean y se matan. En esa década, los besos fogosos estaban prohibidos en el cine español. Reseñemos uno bastante casto, el de 'La Revoltosa' (José Díaz Morales, 1949, basada en la zarzuela homónima de Chapí). Cuando Carmen Sevilla y Tony Leblanc finalmente se besan -con delicadeza-, la cámara enfoca a un pequeño perro que salta de alegría... y se tapa los ojos con las patas.

'Encadenados' (Alfred Hitchcock, 1946) nos ofrece el ósculo más largo escenificado en una película: Cary Grant besa a Ingrid Bergman durante dos minutos y medio, con reinicios en la planificación. Las brevísimas interrupciones fueron una añagaza de Hitch, afirma la revista 'Fotogramas', para sortear el Código Hays. La secuencia es memorable. Don Alfredo hizo de la necesidad virtud; él sí. Años después, en 'El hombre tranquilo' (John Ford, 1952), Maureen O'Hara y John Wayne se besaban bajo la lluvia con un romanticismo aún no superado. Las hermosas campiñas irlandesas ayudaron mucho.

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Muy tórridos fueron los besos playeros de Burt Lancaster y Deborah Kerr, ambos humedecidos por las olas, en 'De aquí a la eternidad' (Fred Zinnemann, 1953). En 'Vértigo' (Hitchcock, 1958), Kim Novak y James Stewart se besan con enorme pasión y algunos temores. No olvido el beso bajo un chaparrón lluvioso, tras encontrar al Gato perdido, de Audrey Hepburn y George Peppard en 'Desayuno con diamantes' (Blake Edwards, 1961). Por cierto, este desenlace es uno de los mayores FFF (Falsos Finales Felices) de la historia del cine: ese amor entre dos seres vulnerables apenas tiene posibilidades de consolidarse, pese a la ensoñadora música de Henry Mancini.

Otro beso estelar en el cine de Hitch: el primer plano de los labios de una aterrorizada Tippi Hedren y de su enamorado Sean Connery, en 'Marnie, la ladrona' (1964), película a la que Truffaut definió con precisión: «Una obra maestra enferma».

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Mujeres cara a cara

En 'Lazos ardientes' (hermanas Wachowski, 1996), historia de robos y atracos, Jennifer Tilly y Gina Gershon se besan con entrega total. Dos mujeres cara a cara (exacta expresión), en una escena considerada pionera en su momento. Llegamos al beso mítico de Kate Winslet y Leonardo DiCaprio en la célebre y dramática 'Titanic' (James Cameron, 1997), ignorantes los dos de la tragedia que se aproxima.

Última etapa por los 'besos de película': el de Heath Ledger y Jake Gyllenhaal, que encarnan en 'Brokeback Mountain' (Ang Lee, 2005) a dos vaqueros secretamente gais, enamorados desde tiempo atrás mientras cuidaban el ganado en la soledad de las montañas. Almodóvar abordó una historia similar en el mediometraje 'Extraña forma de vida' (2023), sin llegar a alcanzar la fiebre sexual del film de Lee.

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