El cineasta de la melancolía

La incomprensible laguna teórica ha sido subsanada por el historiador Juan Carlos Vizcaíno (Alicante, 1966), autor de un excelente y amplio dosier, publicado en el último número de la revista 'Dirigido por...', sobre el realizador de buenos musicales ('Mi hermana Elena', 1955), espléndidos melodramas ('El mundo de Suzie Wong', 1960; 'Un extraño en mi vida', 1960, con aspectos autobiográficos y para muchos la obra maestra de Quine) y maliciosas comedias ('Un Cadillac de oro macizo', 1956'; 'Me enamoré de una bruja', 1958; 'La misteriosa dama de negro', 1962'; 'La pícara soltera', 1964; 'Encuentro en París'; 'Cómo matar a la propia esposa', 1965)...

«Verdadero estilista de comedias y melodramas, maestro en el manejo de la grúa y de los tiempos muertos, en extraer la cima de la belleza de Kim Novak, de hacernos reír con sus sátiras...», afirma Vizcaíno en su estudio, en el que resalta sobre todo la melancolía de muchos momentos del cine de Quine. «Fue un director que rozó la gloria y no sé por qué nunca la alcanzó del todo, pero cuya obra sigue muy presente en numerosos aficionados».

Quine, en sus años preadolescentes y jóvenes, fue también actor en películas de realizadores prestigiosos como Mervin LeRoy, William Wyler, Busby Berkeley o Richard Fleischer, entre otros. El guion de 'Un extraño en mi vida' es del novelista Evan Hunter, y la romántica música, de George Duning. Asegura Vizcaíno sobre este gran filme: «Es un grito contra el hastío y la mediocridad existencial, un film lleno de matices y pequeños detalles»; «Dos efímeros amantes, cansados de una vida confortable pero absolutamente insatisfactoria»; «El cineasta se entrega, una vez más, a resaltar la sensualidad de Kim Novak».

No tengo el DvD de 'Un extraño en mi vida', esa cima de la melancolía sobre el mutuo enamoramiento, ardoroso y adúltero, de una bellísima Kim Novak y un sobrio Kirk Douglas. Ambos nos ofrecen las mejores interpretaciones de sus carreras. Son también excepcionales las aportaciones de Barbara Rush, conmocionada por su crisis matrimonial, y Walter Matthau, un turbio vecino en la lujosa urbanización en la que discurre la historia. No tengo el DvD, decía, pero la película puede pillarse completa en Youtube. Volví a verla, solo ante el televisor, a dos metros de la pequeña pantalla. Tomé apuntes en mi 'agenda Negueroles'.

'Cuando Kim Novak (en el personaje de Maggie, casada y con un hijo) acepta por fin subir al coche del tenaz Kirk Douglas (en el papel de Larry, casado y con dos hijos) ella entra en el vehículo y transmite con su rostro y su cuerpo una entrega total e intuitivamente fatalista: la resistencia ha concluido'; 'Virginia Bruce interpreta a la madre de Maggie. Nota la perspicaz mujer el aturdimiento emocional de su hija y le pregunta: '¿Ya te ha sucedido?'. Maggie responde, sin fuerzas para mentir o disimular: 'Sí mamá, ya me ha sucedido'. Esas 'cosas' suceden inesperadamente: un revolcón sentimental que todo lo pone en peligro.