Shanghái. Al finalizar una conferencia del profesor y académico Darío Villanueva en el Instituto Cervantes de Shanghái (septiembre de 2018), y apenas abierto el coloquio, una joven quiso que el conferenciante le diese su opinión -afirmativa o negativa- sobre el español como un idioma ... machista. Lo demuestra, dijo, el hecho de que en el español la palabra 'Triunfo' sea del género masculino y, por el contrario, la palabra 'Derrota' sea femenina. Esto revelaba, sostenía la joven, un agravio continuo del español contra las mujeres.
Publicidad
Antes de narrar la respuesta de Villanueva me centro en algunos pormenores de este debate. El idioma español tiene numerosos rasgos machistas, aunque no sé si más o menos que en otros idiomas. Consulto el diccionario de la Real Academia Española. Primera acepción de la palabra 'Hombre': 'Ser animado racional, varón o mujer'. No entiendo eso de 'varón o mujer' para definir el concepto 'Hombre'. Busco la palabra 'Humano'. Primera acepción: 'Dicho de un ser que tiene naturaleza de hombre'. ¿Solo de hombre? La naturaleza de la mujer ¿no es humana?
En los aforismos hay muchos ejemplos de un lenguaje con tripas machistas en los textos originales y en sus traducciones: «La tierra provee lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no la avaricia de cada hombre» (Mahatma Gandhi). ¿Acaso las mujeres no tienen necesidades? Afirmó Voltaire: «Los hombres discuten. La naturaleza actúa». Se diría que las mujeres no tienen el derecho a discutir. La memorable frase de Oscar Puente ('Es el Puto Amo' en referencia al presidente de Gobierno), se hubiera considerado injuriosa en caso de tratarse de una presidenta: 'La Puta Ama'. El lenguaje, con sus rutinarias connotaciones, tiene dientes afilados. 'Un hombre aventurero' suena a elogio, mientras que 'Una mujer aventurera' sigue siendo casi un insulto.
El movimiento feminista comenzó a investigar en las décadas de 1970 y 1980 en torno a la relación entre 'lenguaje y género'. El objetivo principal de esa lucha consiste en analizar los sesgos de 'género en los idiomas (en todos los idiomas), habituales sobre todo en el uso más arraigado y popular, aunque también aparecen en expresiones cultas debido a la fuerza de la costumbre y la pereza intelectual.
Publicidad
Regreso al Instituto Cervantes. La joven que interpeló al conferenciante no era ecuánime. Abusó del maniqueísmo, un peligro actualmente quizá tan enfermizo como el del machismo. La muchacha recurrió a dos palabras como expresión central de su crítica al machismo del idioma español. Es cierto, 'Triunfo' pertenece al género masculino (¡EL triunfo!) y 'Derrota' al femenino (¡LA derrota!). Pero ese escopetazo crítico nace dañado por la ceguera del sectarismo.
Me explico: pertenecen al género masculino abundantes palabras del español con un significado negativo. Darío Villanueva aportó en su conferencia un ejemplo notorio: 'EL fracaso'. Como palabra del género femenino con significado positivo citó 'LA victoria'. En el primer apartado incluyo por mi parte las palabras 'EL error, EL abuso, EL fascismo, EL estalinismo, EL timo'...
Publicidad
Vocablos del género femenino con un grato significado: ahora mismo me vienen a la mente (y sin darle demasiadas vueltas a la cabeza) los conceptos de 'LA bondad, LA paz, LA generosidad, LA hospitalidad, LA cultura, LA inteligencia, LA belleza, LA creatividad'...
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.