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El Día Mundial del Piano, creado en 2015 por el músico alemán Nils Frahm y un grupo de amigos con ideas similares, se celebra ... cada 29 de marzo por un motivo curioso: al tener 88 teclas este legendario instrumento musical, se hace coincidir la celebración con el día 88 del año. En 2025, al caer la fecha en sábado, los gestores de la propuesta trasladaron el Día Mundial del Piano al lunes 31 de marzo. Dado que esta página cinéfila se publica los viernes, nos adelantamos tres días al homenaje.
El piano y el cine: sonidos e imágenes que nos enamoran. Ambos tienen el poder de transportarnos a otros mundos sin movernos del sitio. Teclado y pantalla poseen la sutil capacidad de evocar recuerdos y sentimientos. Son vías de conocimiento que nos permiten 'viajar' emocionalmente. La relación del cine con la música de piano ha propiciado películas amables y películas dramáticas. Destacamos tres de ellas.
'Carta de una desconocida' (Max Ophüls, 1948, Estados Unidos). Una cima del cine romántico basada en una novela del justamente revalorizado Stefan Zweig. En este momento de crisis europea es aconsejable leer su autobiografía, 'El mundo de ayer' (El Acantilado). Comienza así la carta de la joven (Joan Fontaine) al famoso pianista (Louis Jourdan): «Sólo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya, aunque nunca lo supiste».
'Los 5000 dedos del Dr. T' (Roy Rowland, 1953, Estados Unidos). El doctor Terwilliker es un exigente profesor de piano. Aterrorizado por sus métodos, uno de sus alumnos tiene pesadillas en las que el malvado doctor quiere encerrarlo de por vida y casarse con su madre. La única persona que puede evitarlo es su amigo el fontanero. Pesadilla musical que marcó a muchos niños de mi generación.
'La pianista' (Michael Haneke, 2001, Alemania/Austria/Francia). Indagación en la vida secreta de una rarita profesora de piano (Isabelle Huppert en una soberbia interpretación). A la elegante dama le van las perversiones sexuales. La película obtuvo el Gran Premio en el Festival de Cannes.
José Iturbi (Valencia, 1895-Los Ángeles, 1980) es una poderosa referencia en nuestra memoria sentimental. La Sala Iturbi del Palau de la Música toma su nombre del legendario director y pianista. En los años 40, Iturbi tuvo popularísimas intervenciones como pianista en numerosas comedias musicales de la Metro Goldwyn Mayer. Recordamos varias: 'Dos chicas y un marinero' (Richard Thorpe, 1944, con June Allyson y Van Johnson); 'Levando anclas' (George Sidney, 1945, con Gene Kelly y Frank Sinatra; 'Festival en México' (George Sidney, 1946, con Walter Pigdeon, Jane Powell y Xavier Cugat)...
En el libro colectivo 'Ocurrió en Valencia' (Ruzafa Show, 2012, edición coordinada por este cronista, con un prólogo magistral de Amadeu Fabregat (su título: 'Me gusta Valencia por lo mismo que antes me disgustaba'), la compositora, cantante y pianista Ángeles López Artiga (Massamagrell, 1939) nos cuenta que en 1971 coincidió con Iturbi en la Unión Musical Española, antes Casa Dotesio, una tienda de música en la calle La Paz.
Durante un buen rato ambos evocaron la figura de la profesora Consuelo Lapiedra, formada en el Conservatorio Superior de Música de Valencia y una de las figuras más respetadas dentro del mundo de la enseñanza del piano en España. López Artiga afirma: «Iturbi siempre sintió orgulloso de haber nacido en España y de seguir siendo español y, en particular, valenciano».
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