Secciones
Servicios
Destacamos
Cada vez que los noticieros catódicos vomitan imágenes de los pueblos asesinados por la dana sentimos un directo contra la mandíbula conectado por aquel Tyson ... pletórico de esplendor forzudo. Sí, algo se ha limpiado, algo se ha mejorado, algo se ha avanzado. Pero observar las carcasas de los hogares desnudos supone contemplar el esqueleto de uno que murió en mitad del desierto. Detectamos un vacío que nubla los corazones, un socavón que aplasta nuestro espíritu, una lentitud que arrastra hacia la desazón y... el pesimismo.
El fugado de Paiporta nunca perdonará el recibimiento de justa ira. Nunca. Al fugado de Waterloo se lo perdona todo, le consiente todo y le mima desde el cariño impostado que apesta a traición. Paiporta y al resto de las localidades sepultadas por la turbia avalancha sólo recibirían el espeso silencio de su rencor. Sufren el abandono que nace de la rabia. Les han abandonado y en verdad esto lo sospechábamos desde el principio pero preferimos disimular, fingir, ponernos de perfil como los jeroglíficos egipcios de los viejos templos. «No serán capaces». Y claro que lo son. Acaso lo peor está por llegar porque si no han reclamado el dinero de los fondos europeos y estos no aterrizan a tiempo para alegrar las zonas malditas, la canallada se consumará y entonces entenderemos que se cumplió la fría, atroz venganza, que reparó la humillación que recibió el gerifalte de la tensa quijada y el fango a flor de labio. Pronto se cumplirán tres meses de la tragedia, el menosprecio que encaja nuestra Comunitat jamás se hubiese producido en las autonomías enchufadas de alta tensión y chantaje eterno. Con ellos se habrían volcado y derretido, sin embargo a nosotros nos ningunean y la mueca del abandono rotura las mejillas de las víctimas. Espero que, en caso de abandono total, no nos falle ni la memoria ni la dignidad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.