Elucubraciones

No vivimos, como ellos intentan convencernos, sumergidos en las malignas elucubraciones que tan sólo pretenden dañar a un gobierno que representa el verdadero desgobierno gracias a su cuadrilla de jarandosos socios y a sus propias decisiones. Vivimos, en cambio, gracias a ellos, en un espejismo perpetuo, en un broma pesada eterna, en un zafarrancho frondoso de chaladura rampante, en un aquelarre que destroza nuestras instituciones con prisa y sin pausa. Elucubraciones son las del gerifalte Sánchez cuando, de nuevo, promete miles y miles de viviendas. Se conoce que este hombre, cuando se aburre, o cuando trata de ofrecer sus cambalaches de ilusión y humo, recurre a lo de las viviendas. Pero sus palabras son papilla, filfa, alfalfa. La cruda realidad es que siguen sin promover normas que liberen la construcción. La demoledora realidad indica que los precios alcanzan cifras bárbaras y los sueldos son limosna. Y esto, ay, por desgracia ni son elucubraciones, ni divagaciones, ni licencias literarias, ni tramas de novelas baratas. Esta es la pura y cruda realidad.