El gran 'manifeser'

El gran 'manifeser' de nuestro tiempo es, sin duda, Macron. Ante el bofetón que hemos recibido por parte de Trump, convocó a los líderes de Europa, los de primera segunda y tercera, en su mansarda presidencial, con lo cual logró fotos mientra saludaba, sonreía, palmeaba chepas ajenas para luego pasearse como un hombre muy ocupado. Poco después marchó hasta los USA y se reunió con Trump. Risas, toqueteos, algo de charla hueca y, por supuesto, más fotos, en esta ocasión junto al imprevisible amo del planeta. La gran virtud de Francia es proyectar hacia el exterior mucho más de lo que es, y eso requiere, en verdad, certero arte. Macron capitanea la reacción del viejo continente aunque esta sea fuego fatuo y pirotecnia de pólvora mojada. Claro que, si este es el gerifalte que toma las riendas ante la grave crisis que nos ataca, estamos apañados. ¿No hay nadie más en la sala de máquinas? Pues se diría que no, y con Macron de jefe vamos por la vida para simular que todavía somos algo en el tablero mundial. A Macron, en fin, le detecto aspecto de actor secundario (o terciario) de algún clásico francés tipo 'Casque d'or' o 'La travesía de Paris', o sea un menda a medio camino entre Bourvil y Louis de Funès. Pero esto es lo que hay, así pues, mejor asumirlo y no deprimirse. 'Salvem' a nuestro 'manifeser'.