Secciones
Servicios
Destacamos
Supongo que fue un proceso lento, casi imperceptible, envuelto en disimulo, maquillado con el sabor de la farsa, edulcorado por gotas de artificio. Imagino que, ... primero, lanzaban mentirijillas, breves trolas, embustes livianos. Pero progresaron, aprendieron, se fortalecieron, descubrieron nuestra pasividad, nuestra docilidad, nuestra mansedumbre, nuestras amplias tragaderas, y fue entonces cuando se instalaron, definitivamente, en el imperio de las mentiras. Hoy nadie se escandaliza ante las mentiras disparadas por la clase política (salvo alguna excepción). Lo tenemos asumido, digamos que forma parte del juego. Lo que nos extrañaría sería lo contrario, o sea que, de repente, murmurasen verdades. En ese caso, del todo imposible, palmaríamos de infarto fulminante.
No vi el programa de Évole con Fernando Simón, el portavoz de los tiempos pandémicos. Lo mejor de don Fernando venía con ese aire suyo cercano de sabio despistado, de estudioso de voz rota, de tipo con limpios ojos azules que seducía a los espectadores. Luego, pues hombre, en algunas ocasiones no estuvo muy acertado, siendo generosos, aunque apechugó con un marrón atroz y tampoco se dedica uno a actuar como los justicieros del amanecer. Lo que me ha sorprendido es lo que he leído en la prensa y, parece ser, que apuntó: «Fui testigo de mentiras flagrantes...». No lo dudo. Le creo. Sin embargo, en aquella situación de catástrofe y muerte, tal vez su obligación, como científico, como servidor público, hubiese consistido en denunciar esas fechorías que él detectaba a modo de testigo. ¿Por qué calló? No lo entiendo. Ojalá hubiese cantado para dejar con el culo al aire a los enganchados a los bulos. No eran tiempos de silencios y merecíamos, como mínimo, la verdad. Si optó por sellar sus labios, por lo menos podía haber dimitido para no participar en el triste aquelarre.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Marc Anthony actuará en Simancas el 18 de julio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.