Respetar para ser respetado

Pero, como firme defensor del técnico que soy desde que llegó -a mis jueves por aquí me remito- quiero hacer una crítica desde el respeto que le tengo. Corberán también es entrenador en rueda de prensa. Y ese mismo respeto que yo le tengo -y que le tenemos todos los periodistas desde que llegó- lo debe tener él con los periodistas en rueda de prensa. Y hay veces que no lo tiene. Siempre que no le gusta el tema, claro. Me remito a los hechos: la semana pasada un compañero le preguntó por el debate de la semana: Mamardashvili o Dimitrievski. Debate que seguro que le gusta poco y todos lo entendemos. La pregunta -perfectamente formulada- decía textualmente ¿qué tiene que suceder para que Carlos Corberán cambie en su equipo al portero? A lo que su respuesta fue que la semana de los tres porteros había sido muy buena y que en Girona iba a jugar Mamardashvili. Pero, claro, la pregunta ni era qué tal había sido la semana de los porteros ni quién iba a jugar en Montilivi. Es decir, le preguntaron qué hora era y contestó que hacía sol. Ya hemos visto muchas veces esto: Corberan lleva un discurso pensado sobre los temas estrella y da lo mismo lo que le pregunten, él contesta lo que lleva diseñado. Y eso, perdóneme, pero es una enorme falta de respeto al profesional que Corberán tiene enfrente. Porque enfrente, no se olviden, hay otro profesional. ¿Qué pensaría Corberán si se lo hicieran a él? No lo toleraría. Imaginen que va a una tienda, pide precio por unas botas y el dependiente le contesta que a él le gustan las multitaco. Sentiría lo que cualquiera, que le están faltado al respeto... o peor, que le están tratando por idiota. Y, como al club se la sopla cómo los entrenadores traten a la prensa cada semana, me permito recordarle al entrenador que los periodistas están ahí para ser el eje transmisor entre club y sus cientos de miles de seguidores. Las respuestas no son a los periodistas, son al aficionado que, normalmente, está interesado en lo que su entrenador pueda decir. Es más digno -y asumible- que diga 'no quiero contestar a esa pregunta'. De hecho, hay mil formas de no contestar a algo sin ningunear al que pregunta. Porque nadie está obligado a contestar a todo lo que se le pregunta. Pero sí me parece obligatorio no faltar al respeto al profesional que tienes delante. A mí Corberán me parece un tipo legal, honrado y trabajador. Y altamente eficiente viendo los resultados del equipo. Pero esto no va con su parcela de entrenador en el césped, sino con su trabajo fuera de él. Que también es trabajo pero también implica a la persona. No creo que, en su caso, lo haga con maldad alguna. Conozco muchos en la historia que lo hacían -o lo hacen- para reírse del informador. No es el caso. Pero también creo que nadie se lo habrá dicho esto nunca antes: respetar para ser respetado.