En esa politización de lo frívolo que ha sido lo de comentar la boda de Almeida, a Esperanza Aguirre la han comparado con E.T. ... cuando Drew Barrymore lo disfraza. Lo sorprendente es que no se haya dicho que iba peinada como María Teresa Fernández de la Vega cuando se alisó el pelo y se puso flequillo. Ahora que nos atizan con comisiones de investigación, esa inutilidad parlamentaria, esa pasarela para lucirse y hacer el ridículo, voy a reivindicar a Aguirre. No solo por los mandobles que dio a Rufián en la comisión de 'Kitchen'. «La doceava pregunta», dijo él. «De-ci-mo-se-gun-da», le corrigió ella con retintín. Y él, que era de barrio. De barrio somos casi todos, eso no es excusa para la burricie. Quería reivindicarla por cuando pidió (en el ámbito municipal; ahí también sufren la plaga) una comisión de investigación con el objetivo de investigar cuál es el funcionamiento de las comisiones de investigación. Una genialidad. Una necesidad.

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