A las puertas de las europeas, el partido de Le Pen exige mano dura contra la inmigración y los delincuentes. A la vez, Attal, joven ... primer ministro francés, ha presentado un plan para restablecer la autoridad en la familia, en los colegios y en las calles. «La cultura de la excusa se ha acabado», dice. Quiere que las escuelas sean lugares donde la violencia no tenga cabida. Como no pongan guardias. Prevén «cursos de empatía» para alumnos de primaria. Pues eso es como plantar pistachos; no esperes verlos en un mes. También se habla de un contrato de derechos y obligaciones para padres. Y para familias desbordadas, la opción de mandar al chiquillo a un internado. Me gustaría ver el programa de los cursos de empatía. Será la educación de toda la vida, las buenas maneras, la cortesía. La extravagancia de familiarizar a un salvaje con la civilización. Ha sido muy fácil sacar la pasta de dientes, pero a ver cómo la vuelves a meter en el tubo.

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