Saleh al-Arouri, número 2 de Hamás que murió en un atentado en Dahiyeh, barrio del sur de Beirut, fue despedido con «con resignación y ... orgullo». Parece que la autoría fue de Israel. «Un político, un soldado, un intelectual». Así lo han definido sus conocidos. En el entierro el otro día de Tzvi Zamitr, ex jefe del Mossad, que murió a los 98 años, el jefe actual, Dede Barnea, dijo: «Que sepa cada madre árabe que si su hijo fue partícipe de la masacre del 7-O lo pagará con su vida». La amenaza sonaba al legendario Ben Gurión. Pero mi (su) frase favorita, de Ben Gurión, es: «Si yo fuera un líder árabe, nunca firmaría un acuerdo con Israel. Es normal. Hemos tomado su país. Es cierto que Dios nos lo prometió, pero ¿cómo podría interesarles? Nuestro Dios no es el suyo. Ha habido antisemitismo, los nazis, Hitler, Auschwitz, pero ¿fue eso culpa suya? Solo ven una cosa: hemos venido y les hemos robado su país. ¿Por qué iban a aceptar eso?» Claro.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Marc Anthony actuará en Simancas el 18 de julio
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.