Urgente Junqueras anuncia el pacto con el Gobierno para condonar a Cataluña el 22% de la deuda autonómica

Saleh al-Arouri, número 2 de Hamás que murió en un atentado en Dahiyeh, barrio del sur de Beirut, fue despedido con «con resignación y ... orgullo». Parece que la autoría fue de Israel. «Un político, un soldado, un intelectual». Así lo han definido sus conocidos. En el entierro el otro día de Tzvi Zamitr, ex jefe del Mossad, que murió a los 98 años, el jefe actual, Dede Barnea, dijo: «Que sepa cada madre árabe que si su hijo fue partícipe de la masacre del 7-O lo pagará con su vida». La amenaza sonaba al legendario Ben Gurión. Pero mi (su) frase favorita, de Ben Gurión, es: «Si yo fuera un líder árabe, nunca firmaría un acuerdo con Israel. Es normal. Hemos tomado su país. Es cierto que Dios nos lo prometió, pero ¿cómo podría interesarles? Nuestro Dios no es el suyo. Ha habido antisemitismo, los nazis, Hitler, Auschwitz, pero ¿fue eso culpa suya? Solo ven una cosa: hemos venido y les hemos robado su país. ¿Por qué iban a aceptar eso?» Claro.

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