¿Jaque mate?

La táctica es saber qué hacer cuando hay algo que hacer y la estrategia consiste en saber qué hacer cuando no hay nada que hacer. El golpe de efecto que dio Pedro Sánchez en la mañana del lunes, horas después del fracaso socialista en las ... municipales y autonómicas, podría responder a esta regla del maestro ajedrecista Tartakower. Iván Redondo, exjefe de gabinete del jefe del Ejecutivo, es un reconocido amante de este juego de mesa. De hecho, muchos de los movimientos ejecutados por el líder socialista, antes de que Redondo saliera de la Moncloa, replicaban metafóricas jugadas sobre el tablero con múltiples giros de guión apelando directamente a las emociones de la gente. Tener la posesión del relato es algo que obsesiona a los gobernantes y, ante una derrota en las urnas como la del pasado domingo, había escaso margen de maniobra para tomar la iniciativa. Tirando mano de su 'Manual de resistencia', la única vía al alcance que le quedaba era la de reaccionar con un revés lo suficientemente agresivo como para contrarrestar el impacto de la debacle socialista. Indudablemente, anunciar por sorpresa que las elecciones generales se avanzan cerca de medio año sobre el calendario previsto es una noticia 'bomba'. De ahí que, por ejemplo, la escaleta de los informativos de todas las cadenas de televisión se cambiase de arriba a abajo en cuanto Sánchez concluyó una declaración institucional en la que la prensa no tuvo opción de hacer preguntas. El titular de apertura ya no se refería a los resultados del 28-M sino al avance de las generales. Y así ocurría con todos los medios de comunicación. Como el propio presidente había previsto, su contraataque iniciaba un terremoto que lanzaba numerosos interrogantes para el debate público. ¿Logrará en menos de dos meses darle la vuelta a la situación de cambio de ciclo? ¿Le favorecerá o le perjudicará la participación en unos comicios que, por primera vez, se plantean en pleno periodo de vacaciones de verano? La campaña coincidirá con dos circunstancias: la recién estrenada presidencia española del Consejo de la Unión Europea y las negociaciones del PP con Vox para formar gobiernos territoriales. El objetivo evidente del líder socialista es capitalizar foco internacional como estadista y desgastar a sus rivales con la amenaza de Vox. Pero, igualmente, su reto es aglutinar el voto de la izquierda y la denominada e indefinida 'izquierda a su izquierda'. Con su apuesta más arriesgada, Sánchez acaba de empujar todavía más al abismo a Podemos y Sumar.