La salida de Lim

Pero de lo que sí podemos hablar es de lo que cada uno de nosotros siente o piensa. Y a mí me gustaría compartir con ustedes algunos de mis pensamientos. Repito, sólo son mis pensamientos no basados en mis informaciones. Pero sí tratan de atender a una lógica estrictamente empresarial y conociendo al personaje. Que Lim pasa del VCF y de los valencianistas es de sobra conocido. Ya no le da nada al club de fútbol y los valencianistas no le soportan. Seguro que él a nosotros tampoco. Así que hacer feliz a la gente no debe estar entre sus prioridades. Quizá lo contrario. Entonces surgen las preguntas: ¿por qué ha decidido que el año que viene -y no este- la Junta General vuelva a abrirse a todos los accionistas si no los puede ni ver? ¿Un gesto de buena voluntad? Permítanme que me ría. Seguimos. Resulta que, tras estar a punto de bajar el pasado -con lo que ello supone económicamente para él y para la empresa- su respuesta inmediata fue reducir el presupuesto, hacer una plantilla más corta y peor, gastando lo menos posible sin ventas. Y, para evitar cualquier género de duda, para el siguiente mercado ya ha comunicado que no se invierte ni un euro en nada. «¿No os quedó claro en verano?», ha venido a decir con sus hechos.

Eso sí, en lo que Meriton está muy afanado y trabaja incansablemente es en conseguir los beneficios urbanísticos del nuevo estadio gastando lo menos posible en terminarlo. Porque, claro, ahí sí hay ingresos y beneficio directo para la empresa. Para la empresa... o para la venta de la empresa. Y ahí llegamos al centro de mi universo. Les hago la siguiente reflexión: ¿Ustedes invertirían un euro en una empresa que van a vender de forma inminente? No. ¿Ustedes abrirían la Junta de accionistas sin tener obligación cuando no quiere aguantar a ninguno? No... salvo que para entonces yo ya no vaya a estar aquí. Y, por último ¿ustedes no se preocuparían exclusivamente por atar lo que da valor a la empresa para poder venderla en condiciones ventajosas? Es decir, los activos del futuro estadio. Pues ya saben lo que por mi cabeza pasa. La ausencia de inversión en el equipo de fútbol, la vuelta atrás con los accionistas y la única preocupación por el estadio son indicios -que no prueban nada- pero que me hacen pensar que se va en cuanto se aclare lo del Nou Mestalla. En los siguientes 12 meses si es posible.

Pero tampoco les quiero engañar. Mis pensamientos están intoxicados por las ganas que tengo de que Lim abandone el VCF. Y eso, quizá, me hace ver más cosas de las que realmente existen. El tiempo aclarará este panorama que vislumbro entre las tinieblas Meriton. Y mientras ustedes leen esto, ya saben, se celebra -o se ha celebrado- la Junta General de Accionistas del club blanquinegro. Restricciones, constricciones, situaciones financieras... de eso nos contaran muchas milongas. De su marcha no dirán nada. Una pena.